
Luiz Inácio Lula da Silva brilló tanto como presidente de Brasil entre 2003 y 2010, que varios medios extranjeros le dieron el título de personaje del año y hasta el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, lo llamó "el político más popular del planeta".
Pero ahora Lula es investigado en su propio país por presuntos hechos de corrupción que él niega y este viernes la policía fue a buscarlo a su casa, que resultó allanada, para someterlo a un interrogatorio de casi cuatro horas.
A los 70 años, el exsindicalista sigue siendo una figura poderosa en Brasil, donde muchos lo ven como un potencial candidato presidencial para las elecciones de 2018.
Tras el interrogatorio en un aeropuerto de São Paulo, que fue calificado de show de "pirotecnia" por algunos medios, Lula aseguró que no teme nada y que está resuelto a seguir con su actividad política.
"Encendieron en mí la llama y la lucha continúa", dijo este viernes ante militantes del Partido de los Trabajadores (PT), la organización de izquierda que él mismo fundó y que aún gobierna Brasil, ahora con Dilma Rousseff en la presidencia.
Sin embargo, los señalamientos de la fiscalía brasileña suponen un duro golpe para Lula.
Los investigadores dijeron tener indicios significativos de que el expresidente recibió beneficios disimulados procedentes de la red de sobornos en la petrolera estatal Petrobras.
Y mencionaron dos posibles delitos que intentan comprobar: lavado de dinero y corrupción.
Este presente de Lula contrasta fuertemente con su pasado esplendoroso y arroja grandes dudas sobre su futuro, según analistas.
"Su principal capital político es la imagen, una imagen que era capaz de influir en las elecciones, y eso disminuyó bastante", dijo a BBC Mundo Marco Antonio Teixeira, un politólogo de la Fundación Getúlio Vargas, una universidad de élite en São Paulo.
"Consagrado"
Electo presidente luego de tres intentos previos fracasados, Lula supo devolverle a Brasil el sentimiento de grandeza que este país otrora imperio había perdido mucho tiempo atrás.
Bajo su gobierno, la economía se expandió, decenas de millones de brasileños ascendieron a la clase media y se descubrieron grandes reservas de petróleoque alentaron el sueño de desarrollo del gigante sudamericano.
En 2009 Lula fue nombrado "personaje del año" por el periódico francés Le Monde y el español El País, y "protagonista de la década" por el británico Financial Times.
Al año siguiente, cuando ya concluía su mandato, la revista estadounidense Timelo ubicó como la personalidad más influyente del mundo.
Como la Constitución brasileña le impedía presentarse a un tercer mandato presidencial consecutivo, Lula señaló a Rousseff como su sucesora, algo a lo que aludió este viernes.
"Al elegir a Dilma creí que había consagrado mi tarea", comentó.
Todo eso ocurría pese a un escándalo de compra de votos en el Congreso, denominado mensalão, que comprometía a colaboradores cercanos de Lula y a miembros del PT, que terminaron condenados.
Lula dejó la presidencia con su popularidad por las nubes y muchos brasileños ya pedían que volviera al cargo después de Rousseff.
"Sexo de los ángeles"
El ex mandatario mantuvo una gran influencia sobre el gobierno de su sucesora mientras se dedicaba a dar conferencias en varios países y a tareas del Instituto Lula, una entidad sin fines de lucro que creó en 2011.
Hoy esas actividades están bajo la lupa de los investigadores del esquema de sobornos en la petrolera estatal Petrobras.
La fiscalía indicó que hubo montos equivalentes a US$8 millones pagados al Instituto Lula y a una empresa creada en 2011 para conducir las conferenciasdel expresidente.

Y agregó que los pagos fueron hechos por las mismas empresas constructoras involucradas en la corrupción de Petrobras.
Los investigadores intentan determinar si las conferencias efectivamente ocurrieron y si el dinero aportado por las constructoras fue a cambio de eventuales beneficios que recibieron del gobierno.
El expresidente justificó el valor de sus conferencias en declaraciones formuladas tras el interrogatorio policial.
"Nadie quería que yo discutiera el sexo de los ángeles. Las personas querían que Lula hablase de las cosas que hizo en Brasil", dijo él mismo.
