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El banco central de Brasil ayer redujo a la mitad el ritmo de los aumentos de la tasa clave, dando una señal de que el fin del ciclo de ajuste está cerca en tanto las autoridades buscan frenar la inflación sin afectar en mayor medida el crecimiento.

El directorio del banco, presidido por Alexandre Tombini, votó en forma unánime por elevar la tasa Selic de referencia de 10,5 por ciento a 10,75 por ciento, como pronosticaron 44 de los 61 economistas que participaron en una encuesta de Bloomberg.
La tasa de referencia que actualmente tiene el Banco Central está en el mismo nivel que cuando la presidente Dilma Rousseff llegó al poder en 2011.