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Bloomberg News.-Para la presidenta de Banco Santander, Ana Botín, grande no equivale necesariamente a mejor.
En lo que constituye un cambio respecto de la estrategia de su padre durante más de una década vertiginosa en cuanto a transacciones, Botín, que reemplazó al extinto Emilio hace cinco meses, apuesta a aumentar las ganancias mediante la incorporación de clientes en lugar de a través de la compra y venta de empresas.
Botín trata de dirigir la entidad crediticia hacia una nueva era luego de la muerte de su padre, que concretó más de US$70,000 millones de adquisiciones.
El acento en la relación con los clientes constituye una reacción a un mundo de regulación bancaria más estricta.
