Jerusalén.- El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, inicia este domingo una visita oficial en Israel, en la que exhibirá su buena sintonía con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y el buen estado de relaciones entre ambos países, que estrecharán aún más sus alianzas.
El mandatario aterrizará en el Aeropuerto Ben Gurión de Tel Aviv a las 10.00 hora local (7.00 GMT), donde su comitiva, integrada también por varios ministros, será recibida en una ceremonia de bienvenida, en la que también intervendrá Netanyahu.
Reconocido admirador de Israel, el dirigente protagonizará una estancia oficial de cuatro días en el país, donde se prevé su posible anuncio de apertura de una oficina de negocios en Jerusalén, paso previo antes de decidir si trasladar o no la Embajada de Brasil a la Ciudad Santa.
“Bolsonaro dijo que demandó estudios para evaluar la instalación de una oficina de negocios en Jerusalén que establezca las ventajas y desventajas de las distintas posibilidades”, declaró a Efe una fuente oficial brasileña.
Tras su llegada, la comitiva brasileña se dirigirá hacia Jerusalén, donde el líder suramericano se reunirá con Netanyahu para firmar varios acuerdos bilaterales en las áreas de ciencia y tecnología, defensa, seguridad pública, servicios aéreos, salud y medicina.
Después celebrará una reunión de trabajo con el primer ministro, con quien cenará posteriormente en la residencia oficial.
La comitiva del presidente incluye a los ministros de Relaciones Exteriores, Ernesto Araújo; de Minas y Energía, Bento Costa Lima; de Ciencia y Tecnología, Marco Pontes; y de Seguridad Institucional, Augusto Heleno Ribeiro.
También le acompañarán el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas brasileñas, teniente brigadier Raúl Botelho, y senadores y diputados.
Por ahora, Bolsonaro no tiene previsto seguir los pasos del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que esta semana formalizó el reconocimiento de los Altos del Golán sirios, bajo ocupación israelí, como territorio soberano de Israel, en otra decisión que rompe con el consenso internacional.
El lunes, el líder brasileño visitará la basílica del Santo Sepulcro, el templo más sagrado del cristianismo, y el Muro de las Lamentaciones, el lugar de culto más sagrado para los judíos, situados en Jerusalén Este ocupado, y que su oficina ha incorporado en el programa como parte de su estancia oficial en Israel.
La miembro del Comité Ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Hanan Ashrawi, consideró “totalmente inaceptable” que la delegación brasileña incluya la parte oriental de la Ciudad Santa como territorio israelí, que los palestinos reclaman como capital de su futuro estado.
La dirigente añadió que ante la visita de Bolsonaro en la región, las autoridades palestinas no han recibido ninguna oferta de reunión del ejecutivo brasileño.
“Palestina tiene relación diplomática con Brasil, pero no hay por parte del Gobierno brasileño agenda o decisión de visitar esa región”, dijo a Efe la misma fuente brasileña, aunque matizó que “no se descarta que eso ocurra en algún momento».
Brasil no reconoce oficialmente la soberanía israelí sobre Jerusalén Este y Cisjordania, territorios palestinos ocupados desde la Guerra de los Seis Días de 1967.
Sin embargo, Bolsonaro ha reconocido repetidas veces que ve a Israel como un referente, así como su admiración por las políticas de Netanyahu, que asistió hace tres meses en Brasil a la ceremonia de su investidura.
Las buenas relaciones entre Israel y Brasil se evidenciaron el pasado enero, con el envío de 132 soldados de distintas unidades del Ejército israelí para colaborar en las tareas de rescate tras el desastre provocado por el colapso de una presa en el estado brasileño de Minas Gerais.
Antes de ser presidente, Bolsonaro viajó a Israel en 2016 para ser bautizado en el río Jordán, de gran simbolismo para los cristianos evangélicos, de quienes consiguió su influyente apoyo para los comicios en los que se alzó con el triunfo.