
Boca Chica.-El progresivo deterioro que cada vez más registra la emblemática playa de Boca Chica está convirtiendo ese balneario en una ruina turística.
Los drenajes de aguas por cañerías de negocios en el litoral, hacinamiento de estructuras y “tarantines” que no respetan los 60 metros que se deben dejar en las áreas de amortiguamiento son algunos de los males que impactan negativamente la zona.
Desde la entrada de la Duarte las aguas cloacales con pestilentes olores, la basura, el abandono y mal aspecto de las casetas sucias donde se ofertan los tradicionales pescados, batatas fritas y yaniqueques, dan la bienvenida al visitante.
Cuando la gente se acerca a la costa encuentra muros y bancos rotos de cemento que hoy acogen a “guías turísticos”, además de kioscos sin criterios que arrabalizan por completo el más popular balneario del Gran Santo Domingo, muy valorado años atrás.
