Bloomberg News.-En muchos países en desarrollo, Internet y el acceso a la telefonía móvil insumen una gran parte de los ingresos.
Es más, algunos países no tienen sistemas educativos que permitan a las personas usar Internet.
En Mali y Uganda alrededor de las tres cuartas partes de los alumnos de tercer grado no pueden leer, señaló el Banco Mundial.
Según el Banco Mundial, conectar al mundo debe ser considerado algo “esencial pero no suficiente” para sacar a las personas de la pobreza.
La entidad de préstamo para el desarrollo aspira a reducir la pobreza extrema –que se define como el vivir con un ingreso inferior a US$1,90 por día- a 3 por ciento en todo el mundo para 2030.
En los mercados sin suficiente competencia, las tecnologías digitales pueden dar lugar a monopolios, lo que reduce la innovación, expresó el banco. Si bien Internet permite automatizar muchas tareas, puede crear más desigualdad si los trabajadores carecen de las aptitudes necesarias para aprovechar los avances tecnológicos.
Y, cuando a los gobiernos no son responsables, la difusión de Internet puede permitirles ejercer mayor control.
“Como no es de extrañar, los que tienen más educación, están mejor conectados y son más capaces han recibido la mayor parte de los beneficios” de la expansión digital, concluye el informe.