Berlin.-El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, suspendido provisionalmente, terció ayer en el escándalo que rodea al Mundial de 2006 en Alemania por sospechas de compra de votos y aseguró que “nunca en la vida” ha pedido dinero a Franz Beckenbauer, que presidió el comité organizador del campeonato.
En declaraciones al periódico suizo “Schweiz am Soontag”, Blatter afirmó que tampoco reclamó nunca dinero a la Federación Alemana de Fútbol (DFB) y recordó un consejo de su padre: “nunca aceptes dinero que no te hayas ganado y no intentes nunca alcanzar tus metas con dinero”.
“Quiero una salida digna tras 41 años en la FIFA”, afirmó ante el congreso que celebrará la organización el próximo febrero para elegir al nuevo presidente.
Sus declaraciones son el último capítulo en la polémica que ha desatado en Alemania una extraña factura de 6,7 millones de euros abonada en 2005 por la federación alemana, que sostiene que el pago no tuvo nada que ver con una compra de votos para el Mundial.
El presidente de la DFB, Wolfgang Niersbach, intentó explicar esta semana la transacción, pero sólo abrió nuevos interrogantes e hizo reaccionar a su predecesor Theo Zwanziger, quien asegura que sí hubo una “caja negra” en la candidatura alemana al Mundial.
Según Niersbach, en una reunión en Zúrich en enero de 2002, Blatter, ofreció a Beckenbauer una subvención de 250 millones de francos suizos (170 millones de euros).