Buscar en el pasado, solo para crear memoria. Para ver ascendencias. Descubrir seminalidades en celuloide, escaparates a la fama de los maestros oficiales. De oficio, “Blast of Silence” de Allen Baron, realizada y en 1961, es por diversas razones, un filme que influyó en el posterior andar de Martin Scorsese: personajes alienados en la gran urbe; la inabordable crisis existencial de los machos del bajo mundo; el voice over disruptivo, ominoso que retrotrae a “Taxi Driver” (1976); hasta el parecido impresionante de su director-protagonista a Robert de Niro pincelado con las clásicas ojeras de George C. Scott, y poseído desde el Flash Forward por la voz chillona de Joe Pesci.
Cruce divino entre el mejor polar francés y el drama acuciante, teñido de beat- jazz del que fue cliente previamente otro genio neoyorquino, el inmenso John Cassavetes.
Nunca nos casemos con la originalidad, y mucho menos con la superficie que amplifica engañosamente. El cine es un bello ejercicio de apropiación que, eso sí, debe ser completado con el reconocimiento de la fuente de robo. Por eso son grandes los Scorsese, los Paul Schrader. Siempre dicen de dónde vienen.
País: Estados Unidos
Dirección: Allen Baron
Guion: Allen Baron, Warren Salt
Música: Meyer Kupferman
Fotografía: Merrill S. Brody
Reparto: Allen Baron, Molly Mcarthy, Larry Tucker, Peter H. Clune, Danny Meehan, Dean Sheldon, Charles Creasap
Género: Cine Negro. Drama. Crimen. Mafia. Navidad. Neo-noir. Cine Independiente.