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Proceso de designación de nuevo embajador de EE.UU. suele durar meses

Proceso de designación de nuevo embajador de EE.UU. suele durar meses
Joe Biden. EFE

Por: Máximo Manuel Pérez

SANTO DOMINGO. – La salida de la embajadora de Estados Unidos, Robin Bernstein, dio paso a que asumiera la dirección de la embajada quien estaba como su segundo a bordo, Robert Thomas, quien permanecerá en esas funciones hasta que sea designado un nuevo embajador.

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Los procesos para designar embajadores en Estados Unidos suele ser largo pues le toca al presidente Joe Biden nominar a un candidato, quien luego debe ser ratificado por el Senado de su país. Por lo regular la ratificación está precedida de un proceso de investigación y una sesión en la que es sometida a preguntas por los legisladores.

Durante los gobiernos del Partido de la Liberación Dominicana se produjeron largos periodos sin embajadores norteamericanos, por lo que la misión era dirigida por un Encargado de Negocios.

Algunos de esos letargos coincidieron con diferendos diplomáticos por asuntos bilaterales.

A principios de 1998, siendo Leonel Fernández presidente de la República, las relaciones entre EEUU y República Dominicana se resintieron por el irrespeto aquí de la propiedad intelectual dominicana y por el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Cuba, lo que provocó una declaración de la embajada, en la que afirmaba que tal decisión fue “decepcionante”.

El gobierno dominicano acordó el restablecimiento de sus relaciones con Cuba en ese año, un día después de que Fernández, se marchara a Chile a participar en la II Cumbre de las Américas donde se encontraría con su colega norteamericano Bill Clinton.

En relación a la tardanza oficialmente se ha planteado que no forma parte de ninguna política hacia el país.

En abril de 1994 el gobierno de EEUU anunció a Donna Jean Hrinak como la nueva embajadora en el país, en sustitución de Robert Pastorino, un diplomático que permaneció en el cargo desde febrero del 1992 hasta junio del 1994.

Ella se convirtió a partir de entonces en la primera mujer estadounidense que representa su país en ese cargo en República Dominicana, y fue designada por el presidente Bill Clinton.

Tras su salida, la misión diplomática norteamericana estuvo dirigida por la encargada de negocios de ese momento, Linda Watt, mientras que Hrinak partió hacia Bolivia donde fue enviada como embajadora.

Tras varios meses sin embajador titular, en abril del 1998 se nominó a la puertorriqueña Mary Carmen Aponte como la nueva embajadora, pero no fue ratificada por el Congreso estadounidenses. Un año más tarde se nominó a Charles Manatt, quien sí fue ratificado.

Se trataba de un abogado del comité demócrata durante la reelección de Clinton en 1996, y asistente del gobernador demócrata Ferry Sandford, de Carolina del Norte.

En diciembre del 1999, el entonces presidente Leonel Fernández recibió sus cartas credenciales de Manatt en el Palacio Nacional.

Fue sustituida por Hans H. Hertell, cuya designación coincidió con la gestión de Hipólito Mejia y quien llego al país en noviembre de ese año y presentó sus credenciales al ex presidente Mejía tres días después.

En enero del 2007 el presidente Bush nominó a Robert Fannin como el nuevo embajador estadounidense en Santo Domingo en sustitución de Hertell, quien debió esperar un largo tiempo para asumir a la espera de su ratificación en el Senado norteamericano.

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