El obispo misionero español Raúl Berzosa, con más de dos años en República Dominicana, despeja algunas inquietudes sobre las motivaciones que pudo haber tenido el nuncio apostólico en República Dominicana, Ghaleb Bader, para presentar su renuncia del servicio diplomático del Vaticano.
A continuación el escrtio de monseñor Berzosa.
El 15 de febrero pasado se dio a conocer oficialmente la noticia de la aceptación, por parte del Santo Padre Francisco, de la renuncia del Nuncio Apostólico en República Dominicana y con encargo de Delegado Apostólico en Puerto Rico, el Excmo. y Rvdmo. Mons. Ghaleb Bader.
Ante las informaciones vertidas en las redes, y en algunos medios de comunicación, conviene aclarar lo siguiente:
1.- Entra dentro de cierta normalidad el que los Srs. Nuncios, cumplidos los 70 años de edad, puedan presentar su renuncia al Santo Padre. Sin por ello dejar de ser Arzobispos y con la posibilidad de poder ejercer su ministerio donde el mismo Santo Padre se lo conceda. Recordemos, por otro lado, que los obispos presentan su renuncia al ejercicio del ministerio episcopal ordinario al cumplir los 75 años. Mons. Ghaleb Bader, nacido en el año 1951, cumplía con la normativa aplicable a los Señores Nuncios Apostólicos.
2.- Es conocida la trayectoria “especial” de Mons. Ghaleb Bader como perteneciente al cuerpo diplomático de la Santa Sede. No hizo estudios diplomáticos en la Pontificia Accademia Ecclesiastica ni perteneció, en principio, al servicio diplomático ordinario. Fue nombrado Nuncio en Pakistán en el año 2015. Y, en el 2017, se designó como Nuncio Apostólico en República Dominicana y Delegado Apostólico en Puerto Rico.
Este dato hace más comprensible su renuncia en cuanto, en su opción pastoral, la elección diplomática no es tanto una vocación itinerante estable para toda la vida sino un encargo pontificio, asumido con generosidad y fidelidad, de forma más temporal, sin perder las raíces de su origen como pastor diocesano.
3.- Es lógico suponer que tal vez el Santo Padre le haya ofrecido la posibilidad de poder continuar en su misión apostólica como Nuncio en otro lugar. Tras valorar su situación personal, no habría aceptado el encargo, con total libertad y honestidad.
Esperamos que esta nota informativa ayude a aclarar la noticia y a responder a interrogantes e inquietudes.
Agradecemos a Mons. Ghaleb Bader toda su entrega y su buen trabajo en República Dominicana y Puerto Rico, pedimos a nuestra Señora de la Altagracia, le siga colmando de gracias y bendiciones de parte de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo.
+ Cecilio Raúl Berzosa Martínez, obispo emérito de Ciudad Rodrigo (España) y misionero en Santo Domingo