De acuerdo con la más recurrente de las leyendas sobre la decadencia y caída de la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo Molina, el detonante principal de la descomposición fue una inversión grande e improductiva en la Feria de la Paz y Confraternidad del Mundo Libre, inaugurada en el año 1955.
El historiador Bernardo Vega asegura que no fue sólo una, sino tres grandes operaciones improductivas las que precipitaron al régimen.
Señala, además, la compra de una gran cantidad de armas luego del ascenso de Fidel Castro al poder en Cuba y la expedición del 14 de junio de 1959, así como la compra en efectivo de diez ingenios azucareros propiedad de estadounidenses.
Y también afirma: “Lo último que hizo Trujillo con los ingenios fue pedir un préstamo a un banco extranjero, que le solicitó como garantía el oro del Banco Central, Trujillo mandó que el oro fuera a ese banco y cuando cae la dictadura no hay ningún oro. Se usó esa garantía para un préstamo personal; para él no había diferencia entre el Estado y él”.
El historiador dio estas explicaciones con ocasión de la VIII Feria del Libro de Historia Dominicana, que realizará el Archivo General de la Nación del 15 al 19 de noviembre con el tema “Una visión bibliográfica de la dictadura de Trujillo”, dedicada al entrevistado.
¿Cómo era la situación económica al ascender Trujillo al poder?
Hubo mala suerte para Trujillo, el país y el mundo, pues en octubre de 1929, cuatro meses antes de Trujillo ascender al poder, viene el Crack de la Bolsa de Nueva York, la gran depresión económica, que duraría en el mundo entero hasta los inicios de la segunda Guerra Mundial en el 1939, además de los efectos del ciclón San Zenón, que destruyó Santo Domingo; todo eso se reflejó en muy poco crecimiento de la economía dominicana, desempleo y poca inversión.
¿Cuáles fueron los efectos de la Segunda Guerra Mundial sobre la economía dominicana?
Sería durante la Segunda Guerra Mundial, y sobre todo después de esta, que la economía dominicana por fin echa para adelante, puesto que suben los precios del azúcar, café, cacao y tabaco.
Así también, durante y después de la Guerra, al igual que hicieron casi todos los países de América Latina, seguimos el modelo del establecimiento de industrias de sustitución de importaciones: surge una fábrica de cemento, una de cerveza, un molino de trigo, varias fábricas de cigarrillos, entre otras.
El monopolio de los grandes negocios alrededor del dictador, ¿limitó las iniciativas privadas?
Sí claro, nadie se atrevía a competir con él, por ejemplo, Amadeo Barletta producía cigarrillos compitiendo contra Trujillo; fue encarcelado y tuvo que irse del país.
Los que tenían negocios de importación de carros, competían contra los carros que traía Trujillo, es decir, que nadie se atrevía a invertir, porque si le iba bien, Trujillo le exigía que le vendiera acciones y si le iba mal, era porque Trujillo le hacía la vida imposible con tácticas desleales de comercio.
¿Los allegados a Trujillo tenían algún beneficio o alguna preferencia en lo que a la adquisición de bienes y servicios se refiere?
Trujillo les permitía invertir en sus negocios, pero quien decidía en qué negocio dejarlos involucrarse, era el propio Trujillo, no los allegados, quienes eran, sobre todo, parientes de él.
En su libro “Trujillo y el control financiero norteamericano”, desmiente varias creencias sobre el manejo económico que tuvo Trujillo, ¿podría mencionarnos algunas de ellas?
Son de los grandes mitos sobre Trujillo, todas esas cosas que se dicen que hizo, resulta que fue de los últimos en hacerlas.
Fuimos de los 3 últimos países de América Latina en establecer un Banco Central. Otro ejemplo es que Haití, antes que nosotros, eliminó el control de las aduanas por parte de los americanos, y lo pasa a una oficina en lo que era antes el Citybank; dos años después, en Santo Domingo hacemos la misma operación, pero en el Banco de Reservas. ¿Que repagó la deuda externa? Sí, pero ya en ese año que la repagó, en el 1947, prácticamente todos los países de América Latina habían repagado su deuda externa, Haití la repagó antes que nosotros.
Fuimos de los últimos en tener moneda propia. Además, no es cierto que dejó el país sin deuda externa; esta no fue mayor porque los EE. UU. constantemente le rechazaron varias solicitudes de endeudamiento adicional.
¿Cómo incidió en la decadencia de la dictadura la inversión en la Feria de la Paz y Confraternidad del Mundo Libre?
Trujillo hizo tres grandes inversiones improductivas: la compra de una gran cantidad de armas, como resultado del ascenso de Fidel Castro al poder y la Expedición del 14 de junio; otras fueron la construcción de la Feria en 1955 y la compra, en efectivo, de los 10 ingenios norteamericanos.
Lo último que hizo Trujillo con los ingenios fue pedir un préstamo a un banco extranjero, que le solicitó como garantía el oro del Banco Central, Trujillo mandó que el oro fuera a ese banco y cuando cae la dictadura no hay ningún oro. Se usó esa garantía para un préstamo personal, para él no había diferencia entre el Estado y él.
Al final de la dictadura, ¿a qué monto ascendía la fortuna de los Trujillo?
El primer trabajo que se publicó sobre cómo dejó Trujillo la economía, lo preparé yo para una reunión en la OEA, en agosto de 1962, y ahí di el dato de que la fortuna de Trujillo al caer la dictadura, representó un 42 % del PIB de la época.
Él tenía 33 industrias y comercios, tenía 10 de los 14 ingenios azucareros, y un gran número de propiedades agrícolas.
Al caer la dictadura esas propiedades pasaron a la Corporación Dominicana de Empresas Estatales (CORDE). Actualmente, solo un ingenio de esos está en funcionamiento, que es el Barahona, que está arrendado, y de las industrias solo opera Molinos Dominicanos y la Tabacalera. Todo lo otro cerró.
Actualmente los Trujillo están en su mayoría quebrados, se llevaron mucho dinero del país y lo malgastaron, lo mal invirtieron o los engañaron.
¿Cuáles fueron las distorsiones que según su parecer produjo la dictadura en el desarrollo económico dominicano? ¿Estamos viviendo secuelas actualmente?
La principal distorsión es que prácticamente congeló la iniciativa del sector privado nacional y extranjero, pues tenían miedo de invertir, porque Trujillo les quitaba la inversión o les montaba una competencia desleal, por eso fue que la economía realmente no creció tanto como pudo haber crecido.
En el 1931, escaso de dinero por la gran depresión económica al nivel mundial, vendió la Compañía Dominicana de Teléfonos, que era un monopolio estatal, y gracias a eso tenemos muy buen servicio telefónico hoy día, con varias compañías privadas.
Por otro lado, el hecho de que una parte muy importante del déficit presupuestal viene del sector eléctrico, se debe a que Trujillo estatizó lo que era antes, hasta los años 50, una compañía privada de generación y distribución de electricidad; desde entonces tenemos apagones y no hay forma de volver a privatizar eso.
Perfil
Bernardo Vega
Es un investigador destacado, además de economista, profesor universitario, también antropólogo, politólogo, historiador y autor de 32 obras que tratan la dictadura de Trujillo.
*Por GLORIA CALDERÓN