«Beberse una fría»: 5 mitos comunes sobre cómo refrescarse en un día de mucho calor (y qué hay de verdad en ellos)

Con olas de calor que se producen por todas partes, desde Japón a Reino Unido, de Argelia a California, todo el mundo tiene muchos consejos sobres cómo mantenerse fresco.
Pero, ¿Cuáles de ellos son capaces de soportar el escrutinio científico?
Estas son algunas consideraciones que deberías tener en cuenta…
1.- Consume bebidas frías en lugar de calientes
Algo que debe hacerse durante una ola de calor es beber mucho líquido: es esencial mantenerse hidratado para proteger los riñones. Sin embargo, hay un debate sobre si debería optarse por bebidas frías o calientes.
La teoría detrás de la elección de la bebida caliente es que temporalmente te calienta por dentro. Esto hace que sudes más. El cuerpo humano produce hasta dos litros de sudor por hora, lo que constituye una forma efectiva de reducir tu temperatura corporal.

Pero si ese líquido no es reemplazado pronto te puedes deshidratar, por lo que algunos recomiendan evitar totalmente las bebidas calientes. Otros argumentan que no deberías tomar mucho café o té, dado que contienen cafeína, una sustancia que favorece la deshidratación.
Sin embargo, hay poca evidencia de que el consumo de cantidades moderadas de cafeína tenga efectos diuréticos.
Es cierto que algunas investigaciones han respaldado la idea de que las bebidas frías son mejores. Algunos estudios realizados con personas que realizaron ejercicio de forma vigorosa, luego de lo cual se midió su temperatura corporal mientras tomaban bebidas frías o calientes: se halló que las primeras eran la forma más efectiva de bajar su temperatura corporal.
Pero existe un posible problema con estos hallazgos y tiene que ver con el método empleado para medir su temperatura: se usaron termómetros rectales y —como ha apuntado Ollie Jay, profesor de Fisiología Termorregulatoria en la Universidad de Ottawa— el líquido de una bebida fría va directamente al estómago, no lejos de donde se ubica el termómetro rectal. Por ello, no sorprende que le temperatura parezca descender.
Cuando su equipo experimentó tomando mediciones de ocho termómetros en distintas partes del cuerpo, encontraron que las bebidas calientes enfriaban más el cuerpo debido a que aumentaban la sudoración, tal como se preveía.
Así que las bebidas calientes te enfriarán más al hacerte sudar. Sin embargo, hay una situación en la cual las bebidas calientes no te refrescarán: si hay una humedad excepcional o si estás vistiendo tanta ropa que el sudor no tenga oportunidad de evaporarse. En ese caso, hay que optar por bebidas frías.
El veredicto: Falso. Las bebidas calientes te refrescarán más rápido, a menos que sea extremadamente húmedo.
2. Consigue un ventilador
La brisa de los ventiladores se siente como un alivio. Los ventiladores no enfrían el aire. Lo mueven alrededor con el objetivo de aumentar la eficiencia de los métodos corporales normales de mantener una temperatura adecuada por la vía de la convección del calor de la piel y la evaporación del sudor.

Los ventiladores se utilizan mucho. En un estudio, incluso, se cuenta el caso de tres pacientes que sufrían un golpe de calor y que fueron refrescados utilizando las aspas de un pequeño helicóptero.
Pero la evidencia sobre el funcionamiento de los ventiladores arroja resultados mixtos. Algunos han hallado que estos ayudan, mientras que otros descubrieron que si la temperatura es muy alta pueden incluso empeorar las cosas.
En general, se cree que los ventiladores podrían funcionar cuando la temperatura alcanza hasta 35ºC. Por encima, soplar aire caliente hacia el cuerpo podría aumentar el calor, empeorando la situación y derivando en un golpe de calor. Así que si el calor es excepcionalmente alto, los ventiladores podrían contribuir a la deshidratación.
También son menos efectivos cuando el clima es húmedo pues aunque mueven el aire, este se encuentra cargado de humedad, lo que dificulta la evaporación del sudor.
Sin embargo, hasta que no se realicen estudios bien controlados, no podemos saber qué efecto puede tener un ventilador.
Lo que se sabe en estos momentos es que los ventiladores no siempre son una solución segura.
En 1999, durante una ola de calor en Cincinnati murieron 17 personas, de las cuales 10 tenían los ventiladores encendidos cuando fueran halladas muertas. Claro está, no es posible saber si quizá habrían muerto antes si no hubieran contado con estos o si la razón por la cual compraron esos aparatos era porque vivían en las edificaciones más calientes.
El veredicto: se necesita más información, pero si la temperatura supera los 37ºC probablemente es mejor mantener el ventilador apagado.
3. Solamente las personas mayores tienen que preocuparse por el impacto sobre su salud
Es cierto que durante las olas de calor aumentan los ingresos en los hospitales y que muchos de esos pacientes son mayores.
