Festejaban la Navidad en el 2019 y de repente un niño de un año empezó a llorar y la pierna le sangraba.
Sus padres lo llevaron de urgencia al hospital y el dignóstico fue que lo había mordido un perro. Lo llevaron de nuevo le explicaron que tenía una infección, luego le hicieron placa y descubrieron que tenía una bala en su pierna.