Mario Draghi, President of the European Central Bank, (ECB) attends a session of the World Economic Forum Annual Meeting 2013 on January 25, 2013 at the Swiss resort of Davos. The World Economic Forum (WEF) will take place from January 23 to 27. AFP PHOTO / JOHANNES EISELE
La decisión sobre política económica que tomará hoy el Banco Central Europeo llega en un momento de tensión con Alemania, su accionista más grande.
Las críticas alemanas al BCE no son nada nuevo, pero la vehemencia de los últimos ataques plantea una pregunta complicada: ¿qué pasa si el miembro fundador más importante del euro pierde la fe en su banco central independiente o en el proyecto monetario entero? Ni Alemania ni el BCE pueden permitirse que pase eso.
Recientemente, cuando el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schaeuble, le echó la culpa de la mitad de los avances electorales del partido populista, antiinmigración y anti euro AFD a las políticas monetarias del BCE, estaba expresando la visión de cada vez más alemanes.
La última encuesta de Eurobarometer informó que el 52 por ciento de los alemanes no confía en el BCE, frente a un 21 por ciento antes de la crisis financiera.