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Barry Wilmore, el astronauta que “asistió a la iglesia” desde el espacio durante 9 meses

Edilí Arias Por Edilí Arias
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📷 El astronauta de la NASA Barry Wilmore.

Santo Domingo.- Barry Wilmore no solo ha explorado los confines del espacio como astronauta de la NASA; también ha sido un testimonio vivo de cómo la fe puede convertirse en una fuente inquebrantable de fortaleza cuando la incertidumbre y el peligro se apoderan de la misión.

Wilmore ofreció una conferencia auditorio de la iglesia IBO, ubicado en el centro comercial Coral Mall, en la autopista de San Isidro y narró los más de nueve meses que pasó varado en la Estación Espacial Internacional (EEI) debido a fallos en la cápsula Starliner, Wilmore reflexionó sobre su experiencia técnica, familiar y espiritual durante una intervención pública que combinó ciencia, memoria y convicción religiosa.

“Fui un niño que necesitaba una influencia continua y firme de la palabra de Dios”, expresó con emoción.

El astronauta de la NASA Barry Wilmore, durante la conferencia en el auditorio de la iglesia IBO, ubicado en el centro comercial Coral Mall, en la autopista de San Isidro.

Criado junto a su hermano Jack bajo la guía espiritual de un padre que los llevaba a la iglesia “en cada oportunidad”, Wilmore recuerda con gratitud a su madre, a quien describe como una “mujer de Proverbios 31” que consideró su prioridad más alta presentar a Cristo a sus hijos.

Lea también: Quiénes son Suni Williams y Butch Wilmore, los dos astronautas que alistan su regreso a la Tierra tras 9 meses varados en el espacio

“Por toda la eternidad estaré agradecido”, afirmó.

La vida del astronauta ha sido marcada por una combinación de curiosidad científica e introspección espiritual.

Recordó cómo, de niño, construyó una nave espacial de cartón junto a su hermano mayor, con crayones y cajas vacías. “Un niño curioso con una mente investigadora”, dijo entre risas, reconociendo que ese mismo espíritu lo llevó, décadas después, a orbitar la Tierra a más de 28,000 km/h a bordo de la EEI.

Meses en el espacio

Pero la travesía no fue fácil. Wilmore y su compañera permanecieron a bordo de la estación más de lo planeado debido a múltiples fallas técnicas en la cápsula Starliner, fabricada por Boeing.

Durante una maniobra crítica para acoplarse a la estación, perdieron uno de los propulsores, luego otro. Con cada falla, el margen de seguridad disminuía.

“Estábamos a una tolerancia de cero fallas. Si hubiéramos perdido un tercer propulsor antes de llegar al eje de la órbita, el sistema habría abortado la misión y nos habría alejado automáticamente de la estación”, explicó.

En ese momento límite, Wilmore no se apoyó en la tecnología, sino en la soberanía divina: “¿Ustedes creen que la mano del Señor no estuvo involucrada para permitirnos llegar al eje antes de que perdiéramos más propulsores? No tengo ninguna duda”.

Durante su estancia en la EEI, el astronauta vivió días buenos y otros donde temió por su vida.

“¿Cómo manejas esos días? ¿Tienes miedo o te apoyas en la verdad eterna de la palabra de Dios?”, se preguntaba frente a la audiencia. Para él, la única esperanza verdadera proviene de la fe en Cristo.

“Soy un miserable pecador salvado por Jesucristo. Alabado sea su nombre”.

Su cosmovisión, explica, está completamente filtrada por las Escrituras.

“Puedo tener el título de astronauta, pero me evalúo a través de la Biblia. El Señor se ha revelado a mí en su palabra, y eso determina cómo veo el mundo”, dijo en el auditorio de la iglesia IBO, ubicado en el centro comercial Coral Mall, en la autopista de San Isidro.

Wilmore llamó a los padres, especialmente a los padres cristianos, a ser una influencia constante en la vida espiritual de sus hijos, como lo fue su propio padre: “Padres, les ruego al Señor que tengan las mismas convicciones que mi papá tuvo con nosotros”.

El astronauta compartió cómo, gracias a la tecnología, pudo mantener contacto con su familia y su iglesia durante los más de nueve meses que pasó en la Estación Espacial Internacional (EEI).

Durante su estancia en órbita, Wilmore, miembro activo de la Iglesia Bautista Providence en Pasadena, Texas, participó en servicios religiosos y dirigió oraciones de manera remota, aprovechando las capacidades de comunicación de la EEI .

De regreso a la Tierra, Barry Wilmore no solo trae consigo datos científicos, lecciones técnicas y relatos de maniobras espaciales, sino una historia profundamente humana de esperanza, humildad y fe.

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Edili Arias

Edilí Arias, periodista. Especialista en temas de salud.

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