La madre de una niña de cuatro años con cáncer pidió a la compañía Mattel que aumentara la producción de barbies calvas para ayudar a su pequeña a superar el trauma que le había causado la terrible enfermedad.
La empresa aceptó y se ha empezado a comercializar muchas más muñecas sin pelo. Así se ha conseguido ayudar a las niñas que padecen de cáncer y que son fieles seguidoras de la Barbie. La muñeca se llama Ella.