Santo Domingo.-Un pool de bancos dominicanos, liderados por el Banco de Reservas, aportará US$400 millones, de los US$568 millones que el Gobierno pagará a los generadores de energía para abonar más del 50% de la deuda que las Empresas Distribuidoras de Electricidad mantienen con ese sector.

Los US$168 millones restantes serán transferidos por el Ministerio de Hacienda del presupuesto que tenía asignado para este año el sector eléctrico.

Esos detalles los ofreció a EL DÍA , Rubén Bichara, vicepresidente ejecutivo de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), quien afirmó que ya están coordinando con los generadores la vía de transferencia de los recursos.

“El Banco de Reservas está haciendo las gestiones para captar el financiamiento de bancos locales y refinanciar la deuda pendiente”, informó el funcionario.

No empieza el pago

El vicepresidente de la CDEEE, Rubén Bichara, anunció recientemente que el pago a los generadores comenzaría a fluir a partir de ayer, jueves 11 de diciembre, pero algunos beneficiarios consultados por EL DÍA manifestaron anoche que no habían visto un sólo peso.

No obstante, manejan la información de que los desembolsos se harán la próxima semana.

De los US$1,113 millones que el Gobierno adeuda a los generadores, US$118.7 millones corresponden a la facturación vencida hasta 30 días, US$141 millones tienen de 31 a 60 días, y US$618.1 millones tienen más de dos meses.

En total, la deuda vencida alcanza los US$878 millones, la congelada US$25.2 millones y pendiente hay un monto de US$73.9 millones. La mayor deuda es con EGE Haina; le deben US$388.7 millones.

Compraría petróleo a futuro

La Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales estudia la posibilidad de aprovechar la baja en el precio del petróleo realizando compras a futuro mediante un mecanismo que establezca un tope máximo, pero que permita disfrutar de cualquier nueva reducción.

Rubén Jiménez Bichara, vicepresidende de la CDEEE, dijo que el aprovechamiento de la baja en los precios internacionales de los combustibles puede suponer una reducción significativa en el subsidio que aporta el Gobierno al sector eléctrico, que este año puede montar los US$1,500 millones.