SANTO DOMINGO.– El sistema tributario de los países de la región, incluyendo República Dominicana, es complejo, así que hay que ir a la simplificación para cerrar los agujeros legales de manera que sean progresivos y eficientes.
Así lo indicó William F. Maloney, economista, jefe del Banco Mundial para la región de América Latina y el Caribe, al presentar el informe económico “Impuestos a la riqueza para la equidad y el crecimiento” publicado hoy.
El informe examina las perspectivas económicas de la región, con un enfoque en el crecimiento y el equilibrio fiscal.
El economista expresó que existe un panorama positivo respecto al crecimiento económico de República Dominicana, y destacó que el país ha logrado obtener los mejores números de la región y proyecta mayor crecimiento a la economía para los próximos años.
El informe presenta una visión optimista sobre el crecimiento económico de América Latina, prevé que la región crecerá un 1,9 por ciento en este año, y 2,6 por ciento para el 2025. Al referirse al crecimiento de este año, lo ve bajo por la falta de dinamismo en la región.
El organismo internacional sugirió aprovechar las ventanas de oportunidad que tiene la región, la transición verde y la tendencia al nearshoring, las cuales-consideró- requieren que se amplíen con reformas estructurales para lograr que la región sea más productiva y competitiva.
Apuntó que eso demandará generar un mayor espacio fiscal, mejorar la eficacia del gobierno, así como reducir la carga tributaria que pesa sobre los sectores productivos.
«Este es un buen momento para que la región reconsidere cuál es la mejor manera para que sus sistemas tributarios generen ingresos y, al mismo tiempo, estimulen el crecimiento y promuevan la equidad», apuntó Maloney.
Propuesta aumentar recaudo
El informe analiza diferentes opciones que los países pueden explorar en este contexto y profundiza en los impuestos a la riqueza como alternativa para generar espacio fiscal, igualar los ingresos y estimular el crecimiento.
En la actualidad, América Latina y el Caribe tienen algunos de los impuestos a las corporaciones más altos a nivel mundial, con un promedio de 24,7 por ciento, por encima del promedio de la OCDE, de 23,9 por ciento, y de Asia, de 19,0 por ciento. Sin embargo, la región recauda sólo el 2,7 por ciento de sus ingresos a través de impuestos a la riqueza, en comparación con el 12,8 por ciento en América del Norte y el 4,3 por ciento en Europa occidental y central.
Entre los diferentes tipos de riqueza, el informe señala los impuestos a la propiedad como una posible vía en la que centrarse. Identifica en los países de la región una “paradoja del impuesto a la propiedad”: el 80 por ciento de la riqueza en la región se concentra en bienes raíces, incluso entre el 10 por ciento de los que más ganan.
Sin embargo, los países normalmente recaudan sólo el 2 por ciento de sus ingresos tributarios de los impuestos a la propiedad. En América del Norte, alrededor del 47 por ciento de la riqueza se conserva en bienes raíces y contribuye a recaudar alrededor del 12,8 por ciento de los ingresos fiscales.
El informe recomienda modernizar los sistemas de valuación de propiedades y los esfuerzos de recaudación para aprovechar este potencial. Según algunos estudios, los impuestos a la propiedad, adecuadamente administrados, podrían contribuir hasta el 3 por ciento del PIB, mejorando significativamente la capacidad de la región para financiar el desarrollo.
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