Banco Mundial estima pandemia obliga a reconfigurar normativa laboral

Banco Mundial estima pandemia obliga a reconfigurar normativa laboral

Banco Mundial estima pandemia obliga a reconfigurar normativa laboral

La tecnología impulsa la cuarta revolución industrial.

WASHINGTON,Estados Unidos – América Latina y el Caribe se encuentra en medio de la “Cuarta revolución industrial”, que involucra la innovación tecnológica y que requiere mejorar la productividad del sector de los servicios, invertir en capital humano y reconfigurar la normativa laboral y las políticas de protección social, de acuerdo con un nuevo informe del Banco Mundial.

El informe indica que estas prioridades de política se tornan aún más urgentes ahora que la pandemia de Covid-19 está provocando la mayor contracción en la actividad económica desde la gran depresión.

La digitalización acelera esta transformación tecnológica, algo que podría hacer peligrar puestos de trabajo en toda la región de América Latina y el Caribe, y se vuelve más importante a la hora de impulsar la actividad económica en un momento de distanciamiento social.

De acuerdo con el informe «Efecto viral: Covid-19 y la transformación acelerada del Covid-19 y la transformación acelerada del empleo de América Latina y el Caribe, es probable que se profundicen las transformaciones laborales que comenzaron a observarse en las últimas décadas, y la pregunta que debemos hacernos en este contexto es cómo recuperarnos de esta crisis y reconstruir de una mejor manera.

“Debemos repensar el futuro y no solo intentar volver al lugar donde estábamos previo a esta pandemia”, dijo Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe“Los gobiernos deben encontrar la manera de apoyar la creación de nuevos puestos de trabajo, capacitar a los trabajadores para que estén preparados para esos empleos y acompañar a los ciudadanos a lo largo de esta transformación disruptiva”.

La desindustrialización prematura y la innovación tecnológica acelerada demandarán políticas que apoyen una transformación paulatina del trabajo que sea socialmente aceptable.

Si bien el miedo a un posible “desempleo tecnológico” masivo es en gran medida infundado, muchos puestos de trabajo corren peligro debido a la menor demanda externa, a un período prolongado de cuarentenas y aislamientos, problemas de solvencia empresarial y, en algunos casos, crisis financieras.

Asimismo, los disturbios sociales vistos en 2019 representan una advertencia. Urge recuperar la senda del crecimiento económico y crear más y mejores puestos de trabajo.

Con poco espacio para el crecimiento del empleo industrial, la modernización del sector servicios debe ser una prioridad.

Esto exige poner especial atención en eliminar las distorsiones que impiden que la competencia y la innovación tengan lugar a pasos acelerados.

Por último, se necesita un replanteo de las normativas laborales y de protección social. Esto implica una regulación flexible de las formas de trabajo incipientes que promueva el empleo y respalde la formalización, ampliando de esta manera la cobertura de la protección social a sectores más amplios de la población.



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