SANTO DOMINGO.-La crisis causada por el Covid-19 ha resultado en una caída de la actividad económica estimada con el Indicador Mensual de Actividades Económicas (IMAE) en el periodo enero-octubre en -7.7% interanual, lo que junto a las medidas fiscales implementadas para apoyar a las empresas, los hogares, y a los trabajadores, han implicado adiciones presupuestarias que podrían colocar el nivel de deuda alrededor de 68.1% del PIB a final de 2020.
Así lo explica el Banco Central en un informe de su Departamento Internacional, denominado “Pandemia, reactivación económica y sostenibilidad de la deuda”, en el que señala que sin lugar a dudas, el impulso fiscal requerirá de mayores ingresos, de financiamiento y de la reducción de gastos que puedan considerarse innecesarios, especialmente si se contempla estabilizar el nivel de endeudamiento, al menos en el mediano o largo plazo.
“El Gobierno Dominicano está consciente de su realidad fiscal y sanitaria, y en ese sentido, transita por la dirección correcta, como avalan el Fondo Monetario Internacional –FMI- y las principales agencias calificadoras de riesgo crediticio”, precisa el informe.
La institución alerta que no se puede perder de vista que este es el momento de seguir apoyando la economía, especialmente aquellos sectores que han sido fuertemente golpeados, como el turismo, proveyendo tanto la liquidez necesaria, a través de la política monetaria del Banco Central, y la asistencia directa a las familias dominicanas, mediante una política fiscal que aplique oportunos y efectivos programas sociales, y que a la vez promueva la inversión pública en proyectos de infraestructura que beneficien al país en el mediano y largo plazo.
Una reforma fiscal
—1— Desafío
Las agencias calificadoras Fitch Ratings, Moody’s y Standard & Poor’s coinciden en que el principal desafío económico del país es la aprobación de una reforma fiscal.
—2— Garantía
Mantienen la calificación crediticia de deuda.