Santo Domingo.- Banco Caribe incrementó en RD$2,620.2 millones sus activos totales al pasar de RD$37,021.3 millones en el 2021 a RD$39,641.5 millones en el 2022, reflejando un incremento de un 7.1%, de acuerdo con los datos contenidos en los estados financieros presentados por la entidad en su último ejercicio fiscal, finalizado el 31 de diciembre del 2022.
El presidente ejecutivo de la institución, Dennis Simó Álvarez, explicó que los activos productivos tuvieron un comportamiento similar al reflejar un aumento superior al 8%, cerrando el 2022 con RD$30,192.0 millones respecto a los RD$27,794.0 del 2021.
El ejecutivo bancario mostró la satisfacción por los resultados obtenidos, y expresó que demuestran una gestión de operaciones y trayectoria ascendentes, así como la madurez, la prudencia y la experiencia de un equipo altamente comprometido con las metas de la entidad.
Simó Álvarez indicó que en el 2022 las inversiones finalizaron en RD$8,087.7 millones, un 44.2% más que el 2021, cuando cerraron con RD$5,609.5 millones, mientras que los depósitos totales ascendieron a RD$34,377.9 millones, un incremento porcentual de un 11.6% respecto al año anterior.
Manifestó que la cartera de créditos finalizó el pasado año con RD$15,786.8 millones frente a RD$14,010.2 del 2021, reflejando un 10.8% de incremento.
Precisó que los ingresos sobrepasaron ampliamente los obtenidos en el 2021, cruzando la barrera de los cinco mil millones de pesos, situándose al cierre del 2022 en RD$5,027.5 millones. Los beneficios netos del periodo ascendieron a RD$315.8 millones.
Agregó que la entidad financiera evidenció el fortalecimiento de importantes indicadores prudenciales: la provisión de cartera vencida aumentó de 227.1% en 2021 a 235.7% al cierre del 2022, mientras que el índice de morosidad, un indicador que permite evaluar la calidad de la cartera de créditos, cerró en 1.93% en comparación con 2.75% del año anterior, lo que evidencia el exhaustivo control del riesgo en todas las operaciones.
Otros logros del último periódico fiscal
Simó Álvarez agregó que, durante el 2022, Banco Caribe arribó a sus primeros 18 años de operaciones, alcanzando la mayoría de edad dentro del sistema financiero dominicano, celebrando importantes logros institucionales.
Enfatizó que en ese periodo se enfocó en crear valor para sus clientes y colaboradores sustentados en una eficiente gestión estratégica, comercial y de tesorería, en una robusta gestión integral de riesgos y una estricta gobernanza, lo que fortalece el perfil institucional ante los entes reguladores y grupos de interés, robusteciendo la ciberseguridad de los sistemas y los planes de continuidad, mejorando su posicionamiento ante contingencias.
Precisó que, en el 2022, la calificadora internacional Feller Rate elevó a A- con perspectivas Estables la calificación de riesgo de la entidad destacando el posicionamiento de su marca, el fortalecimiento de la gestión de riesgos, la mejora en los niveles de solvencia y el robustecimiento de su estructura organizacional.
El ejecutivo valoró la alianza estratégica de Banco Caribe con Unared y la ampliación de su red de sucursales con la apertura de dos nuevas oficinas comerciales ubicadas en Santo Domingo y en el municipio de Cabrera, en María Trinidad Sánchez, acciones que permiten estar cada vez más cerca de nuestros clientes.
Sostuvo que a la par de un ejercicio exitoso en los principales indicadores financieros y de gestión, el 2022 también fue un año especial para Banco Caribe, al obtener con la máxima calificación por segundo año consecutivo, el sello Oro en la certificación “Igualando RD” y obtener cuatro “Sellos RD Incluye”, por su programa de inclusión “Gente Caribe sin Barreras”, otorgado por el Consejo Nacional de la Discapacidad (Conadis) y el Programa de las Naciones Unidas por el Desarrollo.
Indicó que estos reconocimientos posicionan a Banco Caribe como una entidad garante de derechos humanos en equidad, en igualdad y en inclusión laboral.
Simó Álvarez mostró satisfacción por los avances mostrados por la entidad en materia de sostenibilidad, al unirse durante el 2022 al reducido número de empresas que de manera voluntaria se comprometen a autorregularse para tomar acción ante la problemática global del cambio climático, midiendo su huella de carbono y desarrollando un plan de acción que mitiguen y compensen las emisiones de gases contaminantes a la atmósfera.