
Santo Domingo.– En un entorno bancario marcado por la complejidad económica y tecnológica, la gestión integral de riesgos se consolida como una pieza clave en la sostenibilidad del sistema financiero dominicano.
Así lo destaca el reciente informe de evaluación del marco de gestión integral de riesgos, publicado por la Superintendencia de Bancos, el cual revela el 99.4% de los activos del sistema financiero están siendo gestionados por entidades que cuentan con al menos una unidad de riesgos especializada.
Estas unidades, que han crecido de forma sostenida entre 2023 y 2024, son responsables de identificar, monitorear y mitigar amenazas como errores humanos, fallas operativas, ciberataques y eventos externos.
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El informe enfatiza que el 98.4% de las entidades tienen un apetito de riesgo global definido, y el 93 % ha adoptado la estructura de las tres líneas de defensa, un marco esencial para garantizar la gobernanza efectiva del riesgo.
Resalta que desde una perspectiva económica, esta evolución del sistema financiero es capaz de anticipar y contener amenazas, lo que reduce la probabilidad de crisis sistémicas, refuerza la confianza de inversionistas y protege el capital de los ciudadanos.
En cuanto a modelos de gestión, el informe establece que el 67% de las entidades de intermediación financiera (EIF) se rigen por el estándar ISO 31000, que permite una identificación estructurada y prospectiva del riesgo.
Explica que esta estandarización no solo mejora la toma de decisiones financieras, sino que también fortalece la transparencia, el cumplimiento normativo y la gobernanza.
Adicionalmente, el informe destaca que el 93% de las entidades realiza pruebas de estrés periódicas y que 35 de las 45 EIF encuestadas desarrollan planificación anual de capital para enfrentar riesgos inherentes al negocio.
Transformación digital de la gestión de riesgos
El estudio de la SB, detalla que en 2024, el 84% de las entidades utilizaron herramientas como SQL, Python y Power BI para monitorear, identificar y mitigar riesgos, lo que representa un crecimiento significativo respecto al año anterior.
Esto refleja un compromiso con la digitalización como medio para lograr mayor agilidad y precisión en la gestión del riesgo financiero.
Además, subraya que un 41% de los activos del sistema financiero están bajo entidades cuyos indicadores clave de riesgo son plenamente prospectivos, es decir, orientados al futuro, mientras que otro 48% son parcialmente prospectivos, evidenciando un enfoque cada vez más anticipatorio.
Concentración y riesgo de grupo: desafíos bajo vigilancia
El informe también aborda la importancia de monitorear riesgos estructurales, como el riesgo de concentración y el riesgo de grupo financiero, ambos con potencial de desestabilizar entidades si no son gestionados con precisión.
Añade que las EIF han adoptado regulaciones locales, como el Reglamento sobre Concentración de Riesgos, y prácticas internacionales para evaluar estas exposiciones.
El reto, señala el documento, está en organizar con eficiencia las estructuras de control para evitar solapamientos o vacíos, sin perder la capacidad de reacción ante posibles eventos adversos.
De cara a los desafíos económicos que plantea un entorno globalizado, digital y regulatoriamente exigente, la gestión de riesgos se ha transformado en un eje transversal para la sostenibilidad del sistema financiero.
El informe revela el nivel de madurez del sistema financiero dominicano y que las instituciones financieras son capaces de anticipar, adaptarse y actuar proactivamente ante el riesgo.