Balance Municipal 2021

Balance Municipal 2021

Balance Municipal 2021

Víctor Féliz Solano

Por: Víctor Feliz Solano

Siempre ha sido norma de todos los seres humanos organizados hacer una retrospectiva para la evaluación de un período recorrido. De manera personal y por uso costumbre, siempre lo hago con mi vida. Sin embargo, en esta ocasión lo haremos analizando el sector municipal.

Primero debemos dividir y para hacerlo mucho más práctico, en dos maneras: desde el punto de vista institucional y desde la óptica de la satisfacción del ciudadano.

De manera institucional podremos decir, que a pesar de ser el primer año completo de ejercicio de los ayuntamientos electos en el 2020 y que tomaron posesión en abril de ese año, los avances han sido realmente muy pocos.

La caída súbita en el Sistema de Monitoreo de la Administración Pública Municipal de ayuntamientos que históricamente dominaban el ranking ha sido dramática. El cumplimiento de la ley 340-06 sobre Compras y Contrataciones Públicas evidencia, en los indicadores, un descenso notable.

Con ello, las Normas Básicas de Contabilidad, Ética Pública, Cumplimiento en la ley 200-04 y la ejecución presupuestaria y los informes que las leyes y normas exigen sellan el destino de una gestión mediocre de cara a lo que se debería. Debemos ser justos y decir, que no podemos expresar que la mayoría de los ayuntamientos andan así, pero si una parte importante de ellos, pues algunos manejan bastos territorios y miles de habitantes.

Temas tan trascendentales como la Seguridad Social del servidor Municipal, la aplicación de la ley 225-20 sobre el Manejo Integral de los Residuos Sólidos, y el de sincerar la ley 166-03 en lo referente a la famosa partida de un 10% del presupuesto de la nación que deberían recibir las arcas municipales, no se deberían dejar de lado para este próximo año.

Desde la óptica de la satisfacción al ciudadano, debemos enfocarnos en las normativas del tránsito, espacios públicos, barrido y recogida de desechos, iluminación, parqueos, señalética, arte público, cultura, rescate de centros históricos, participación ciudadana, accesibilidad, cementerios, deporte, alcantarillado, comercio, obras de impactos, etc. la lista parece no tener fin. La violación a los permisos de uso de suelo y por consiguiente los linderos en obras de carácter privado, siguen siendo el pan de cada día.

Viendo todo este menú que exigen los habitantes de un determinado espacio a sus autoridades municipales, podemos colegir que el reto es inmenso y casi imposible de alcanzar.

No obstante, debemos admitir que la municipalidad está llena de miembros probos y con compromisos de luchar contra un sistema absolutamente adverso al papel que, en toda sociedad civilizada, deberían jugar los gobiernos locales. Tenemos ediles con suficientes capacidades para encausar los más nobles propósitos que procuran satisfacer hasta al más simple de los munícipes.

Crear las sinergias necesarias para alcanzar gestiones transparentes en el ejercicio administrativo y financiero, la solidaridad con los más necesitados y satisfacer mínimamente al ciudadano, seguirán siendo los retos que enfrentaremos el próximo año.

En resumidas cuentas, este año que está agotándose, hemos sufrido una especie de “slump” en el ámbito municipal, pero es de nuestro conocimiento también que se han estado sentado las bases para lograr buenas calificaciones el 2022 y así lograr transformaciones internas y externas en los ayuntamientos.



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