La reserva de ébano verde, con una extension de 27,5 kilómetros, fue creada mediante decreto del 26 de octubre de 1989.
El ébano verde es una especie forestal endémica del país y exclusiva del bosque nublado que, en forma de herradura o medio arco, cubre la parte media y alta de la cadena de montañas cordilleras que van desde Jarabacoa hasta Constanza, pasando al oeste de Bonao y que sirve de cabecera a los manantiales que forman la cabecera de los ríos Jimenoa, Camú, Jayaco, Jatubey, La Gina, Las Palmas, Masipedro, La Piedra, Tireo, Tireito, Blanco, Grande o del Medio, Palero, Pinar Bonito y Guayabal.
El Dr. Mario Collado, presidente de la Fundación Collado, solicitó al presidente Balaguer la aprobación para la explotación de madera muerta de ébano verde, como consecuencia de las devastaciones sufridas en su propiedad en las lomas de la Sal y la Golondrina, de la cordillera Central, ocasionadas por el huracán David y la tormenta Federico. Para sacar la madera de este sitio, se pensaba utilizar el sistema de cables – vía, que según los expertos no altera la ecología de la zona. Se instalarían kilómetros de cables para bajarla hasta la carretera.
La Compañía King Worl Dwide Inc., de Miami florida, ya había recibido noticias, a través de un fax, de la existencia de 25,000,000 (veinte y cinco millones) de pie tablar.
En fecha 3 de julio de 1992, mediante oficio 15791 al Director General Forestal, Balaguer otorgó la autorización para que los Laboratorios Dr. Collado realizaran el levantamiento y aprovechamiento de la madera muerta del tipo ébano, destinando un 40 por ciento a los Laboratorios Dr. Collado, CxA. y un 60 por ciento al Estado Dominicano. El 7 de julio 1992 Balaguer nombró una comisión para la supervisión y control del levantamiento y aprovechamiento de la madera muerta del tipo Ebano.
La Dirección de Foresta tenia mucha presión, pues habían muchos intereses envueltos en este proyecto. Unicamente faltaba la firma del Director de Foresta, ya que todos los miembros de la comisión dieron su aprobación al proyecto, cuando le informé al Dr. Balaguer que, por orden suya, la Secretaria de Estado de Obras Publicas tenia un tractor trabajando en el área, para la reparación del camino vecinal que conduce a la Palma de Constanza hasta la Loma de la Golondrina, lo que entorpecía la explotación de la madera. La respuesta de Balaguer fue: “Eso no tiene ninguna validez, rechazado, y pégale fuego al tractor”.
De inmediato llamé al secretario de Obras Publicas, Ing. Eduardo Estrella, para que retirara el equipo que se encontraba trabajando en la Reserva Científica de Ébano Verde, por instrucciones del Presidente Balaguer. Asunto concluido.
*Por Miguel Fco. Amaro Guzman
