San Juan. El cantante puertorriqueño Bad Bunny puso a bailar y a gozar a unos 70 mil seguidores que se dieron cita en dos conciertos de fin de semana en el Estadio Hiram Bithorn de San Juan, Puerto Rico.
Los shows denominados “P FKN R The Ultimate Experience” iniciaron con un video dedicado a la historia, belleza, cultura, movimientos políticos y grandes logros de escritores, músicos y atletas conceptualizado por el llamado “Conejo Malo” y narrado por el actor puertorriqueño Benicio Del Toro.
Acompañado por pantallas gigantes, luces y pirotecnia, el artista entregó canciones de su disco «El Último Tour Del Mundo», luego cantó algunas de las colaboraciones más destacadas en estos últimos dos años, combinando con temas del álbum «YHLQMDLG» y terminó su último set de canciones encima del famoso camión de «El Último Tour del Mundo».
Contó con invitados especiales que le ayudaron a impulsar la alegría de la audiencia como Abra, con quien cantó «Sorry Papi», al igual que Jhay Cortez, quien lo acompañó para cantar sus éxitos, «Como se siente», «No me conoce» y «Dákiti».
El colombiano J Balvin se unió al escenario para cantar «La canción» y «AM – Remix» junto a Nio García y posteriormente, Bad Bunny recibió al panameño Sech para cantar «Ignorantes».
También contó con Mora con quien cantó «Una vez». Adicionalmente, recibió a Myke Towers para cantar «Puesto Pa’ Guerrial» y «Bandido», al igual que a Romeo Santos con quien cantó «Volví» y a Arcángel para cantar «P FKN R».
En el segundo concierto también se sumó a Kany García para cantar «Trellas» , a Duki quien se unió para cantar «Hablamos Mañana» y a Kendo quien se unió a Arcangel esta vez para cantar «P FKN R».
Daddy Yankee sorprendió a la audiencia cantando «La Santa» y Residente entró al escenario del camiòn impactando a todos al cantar «Chulin».
Con el estilo revolucionario que caracteriza al “Conejo Malo” sus shows rompieron con los esquemas convencionales y a las afueras del estadio se vivió una atmósfera al estilo de carnaval, con carruseles, camiones de comida, DJs, arte en vivo, tiendas de mercancía y escenarios para fotografías.
El Coliseo Roberto Clemente sirvió como antesala para los conciertos y ahí se recreó un museo interactivo de Bad Bunny con piezas representativas de la icónica carrera del artista, quien hoy por hoy es el artista más escuchado del mundo, según Spotify.
El espectáculo fue producido por Noah Assad Presents y Move Concerts y tuvo un costo de producción de más de 10 millones de dólares, según el publicista del artista.