Santiago de Chile.-Chile tiene un único adversario, la desigualdad, afirmó la flamante mandataria de Chile, la socialista Michelle Bachelet, en su primer discurso tras ser investida ayer por un nuevo período de cuatro años.
“Chile tiene un sólo gran adversario y eso se llama desigualdad, y solo juntos podemos enfrentarla”, afirmó Bachelet, una pediatra de 62 años que asumió por segunda vez tras un primer periodo entre 2006 y 2010.
“Comenzaremos ahora; el tiempo es escaso, pero vamos a aprovecharlo al máximo”, agregó la mandataria, que comprometió 50 medidas para los primeros 100 días de su gobierno. De momento, Bachelet convocó a un Consejo de Gabinete a primera hora de hoy .
Con un crecimiento promedio de 5,4% en los últimos cuatro años, Chile es uno de los países más ricos y estables de la región.
Su ingreso per cápita bordea los 20,000 dólares, pero tiene a su vez uno de los mayores índices de desigualdad social de la región que se arrastran por años.
Tras ser investida en la sede del Congreso chileno, en el puerto de Valparaíso, Bachelet se trasladó a Santiago donde habló ante unas 2,000 personas apostadas en la plaza de la Constitución, en uno de los frontis del palacio presidencial de La Moneda, en el centro de Santiago.
La presidenta argentina, Cristina Kirchner, la brasileña Dilma Rousseff, el boliviano Evo Morales, el peruano Ollanta Humala y los mandatarios de Uruguay, José Mujica, de Paraguay, Horacio Cartes, de México, Enrique Peña Nieto, y de Ecuador, Rafael Correa, entre otros, acompañaron a Bachelet en su investidura.
Estados Unidos estuvo representado por su vicepresidente, Joe Biden, mientras que por España lo hizo el príncipe de Asturias, Felipe de Borbón.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, quien inicialmente debía llegar a Santiago el lunes, suspendió su visita a Chile, y fue representado por el canciller Elías Jaua, quien al arribar a Santiago afirmó que su gobierno enfrenta “un intento violento de derrocamiento”, que ya fue neutralizado.
En tanto, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, afirmó ayer que no se puede permitir que un gobierno legítimamente electo como el de Venezuela sea desestabilizado, tras participar de la investidura en Chile de la socialista Michelle Bachelet, al tiempo que justificó la ausencia del mandatario venezolano.
