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La presidenta Michelle Bachelet está aumentando el poder sindical para ayudar a distribuir la riqueza cuprífera que convirtió a Chile en el país más rico de América Latina.
Las compañías mineras dicen que la medida corre el riesgo de generar más demoras en la inversión en un sector que ya se está viendo muy afectado por costos más altos y precios más bajos.
La presidenta Bachelet presentó ayer un proyecto ante el Congreso del país que convertiría a los líderes sindicales en los únicos negociadores autorizados en las negociaciones salariales y que además derogaría un derecho de las empresas a sustituir a los trabajadores en huelga.