Ayudar a mi hermano adicto

Ayudar a mi hermano adicto

Ayudar a mi hermano adicto

Dilenia Cruz

Un consultante viene con la honda pena de no poder ayudar a su hermano mayor. La familia vive en angustia permanente ante las conductas de ese hombre, quien empezó a lidiar con mariguana y otras sustancias desde la adolescencia.

Por un corto tiempo, él logró salir, pero, al recaer, esta problemática se hizo mucho más potente.
La familia admite que no sabe qué más hacer para ayudarle. Ellos no reconocen los desencadenantes que le llevaron ahí.

“La causa exacta del consumo de drogas se desconoce. Los genes de una persona, la acción del medicamento recetado o las drogas ilegales, la presión de compañeros, el sufrimiento emocional, la ansiedad, la depresión y el estrés ambiental pueden ser todos factores intervinientes”, asegura la revista especializada MediPlus.

En este caso particular, lo principal es que la persona que está lidiando con la enfermedad (como ahora es llamada esta situación) debe mirarla y decidir transformar los sentimientos que le lleva al consumo.

Bert Hellinger aseguraba que algo sucede durante la primera infancia de una persona. Alrededor de los tres años generalmente ocurren una serie de eventos que no fueron atendidos apropiadamente y esos sentimientos quedan alojados en el inconsciente de la persona que más tarde en la adolescencia, sin saber por qué tiene esos sentimientos, se refugia en las adicciones.

La familia tampoco sabe reconocer lo sucedido y no puede ayudarle apropiadamente.
Ahora, aunque el hermano menor desde su alma inocente tiene el mejor deseo de ayudar a su hermano y a toda la familia, no tiene la fuerza para cargar o sanar a su clan. Lo más que puede hacer es ocupar su propio lugar y hacer lo mejor que puede en el destino que le tocó.



Noticias Relacionadas