Cuando un niño o un adolescente es inquieto, agresivo, contestatario entre otros comportamientos que llaman la atención, no es raro que maestros, amigos y familiares recomienden a los padres buscar ayuda.

El niño o adolescente, en general, está mostrando una necesidad de la familia y el ambiente en que se desarrolla. Cuando los padres abren su corazón y su mente a la búsqueda genuina de ayuda, toda la familia se beneficia.

Existen terapeutas que no atienden niños porque entienden que es más fácil curar a la familia cuando los padres aprenden a sanar desde ellos mismos. Las nuevas corrientes de acompañamiento y sanación que traen consigo las Constelaciones Familiares facilitan en gran medida las problemáticas de niños y adultos dentro de un mismo sistema.

Bert Hellinger, creador de las Constelaciones Familiares dijo: “La ayuda más grande de todas viene de nuestros padres. Los padres quieren ayudar a sus hijos y los hijos, como regla general pueden recargarse en sus padres”, de ahí la importancia de entender que es más difícil lograr progresos con los niños y adolescentes si sus padres están comprometidos con la mejoría de sus hijos y su familia.

Aun la psicología convencional procura involucrar a los padres cuando se trata de ayudar a los niños y adolescentes. Por supuesto que si los progenitores o cuidadores no quieren tomar parte, los terapeutas encontrarán métodos para ayudar a los más jóvenes a sobrellevar sus situaciones y lograr éxito.

Lo primero y más importante que los adultos deben tomar en cuenta cuando buscan ayuda para sus hijos es que todos aprenderán a ver la vida con una nueva mirada sin buscar culpables, ni buenos, ni malos, solo bienestar y pertenencia. No vaciles mas, hay ayuda para ti y los tuyos.