Santo Domingo.- El expresidente de Haití Jean Bertrand Aristide contempló viajar a República Dominicana para recibir tratamiento por el Covid-19, aunque utilizó un avión dominicano finalmente decidió viajar a Cuba.
El gobierno dominicano, a través de su embajada en Puerto Príncipe, se mantuvo en comunicación con Aristide y su familia tras ofrecerle las facilidades hospitalarias dominicanas gesto que fue agradecido por el exmandatario.
Finalmente el gobierno haitiano concedió un pasaporte diplomático humanitario a Aristide para que pudiera viajar a Cuba, pues judicialmente tiene impedimento de salida de su país.
El avión dominicano utilizado por Aristide es privado.
La agencia EFE reportó que el carismático exmandatario, depuesto por las armas en dos ocasiones (1991 y 2004), tomó un avión ejecutivo en el aeropuerto internacional de Puerto Príncipe, al que llegó en camilla y con una bombona de oxígeno.
El avión, de bandera dominicana, se dirigió a Cuba, según informaron autoridades a la prensa en el aeropuerto internacional Toussaint Louverture, antes del despegue.
Aristide fue el primer presidente elegido democráticamente en la historia de Haití, en las elecciones celebradas en 1990 tras el régimen dictatorial encabezado por François Duvalier y continuado luego por su hijo Jean-Claude Duvalier.
Ocupó la jefatura de Estado en dos ocasiones, pero en ambas fue derrocado, la primera en un golpe de Estado militar en septiembre de 1991, siete meses después de acceder al poder, y la segunda, en una insurrección armada en 2004.
Después del golpe de Estado de 1991, se exilió en Venezuela y en Estados Unidos y volvió a Haití en 1994 acompañado de una tropa multinacional encabezada por fuerzas estadounidenses, que lo restituyeron en el poder.
Volvió a ganar las elecciones en 2000 de forma abrumadora, pero tras un periodo de fuerte inestabilidad, fue derrocado de nuevo en un levantamiento armado en 2004, tras el cual se exilió en Sudáfrica.
Aristide, exsacerdote y defensor de la Teología de la Liberación, regresó a su país en 2011 y desde entonces se ha alejado de la primera línea de la política, aunque su partido, Familia Lavalas, sí continúa siendo una fuerza con peso en la izquierda.