La Federación de Fútbol tiene por delante un arduo trabajo para lograr de alguna forma una mejoría sustancial en el aspecto competitivo, porque hasta el momento los resultados no han sido los esperados por todos.

Se pensó que la expulsión de Osiris Guzmán, quien manejó esa entidad como si fuera de su propiedad, traería una mejoría, sin embargo, al parecer los resultados no han sido los que se esperaban.

A pesar de que Manuel Luna, designado por la FIFA como presidente de la Comisión de Normalización ha hecho esfuerzos para mejorar por lo menos los aspectos económicos y de orden, los demás movimientos que se requieren para mejorar han permanecido estancados, sin avanzar un ápice.

Se sabe que esta no es una misión fácil, pero lo económico, parte fundamental en el desarrollo de cualquier actividad humana, está a disposición de los actuales directivos.
El fútbol ha sido impregnado de “sangre nueva”, que dará frutos, como aseguran sus principales directivos.

Los dominicanos somos muy acomodaticios, pero en este caso,, sin pensarlo dos veces, se deben realizar todos los esfuerzos para salir del estado conformista ya tradicional cuando ciertos personajes se colocan la “ñoña”.

RADARES.- La palabra dictadura no es nada agradable, y los dominicanos todos conocen los resultados fatídicos que produce, sin embargo, ante la ola de eventos criminales, hay que aplicar por necesidad una “dictadura” de la ley.

La situación ha desbordado a todos. El último caso que tuvo repercusión internacional fue el del lanzador Miguel Castro, un relevista de 25 años de los Orioles, quien fue asaltado a punta de pistola para quitarle una cadena. Está con vida porque el arma se atascó. ¿Hasta cuando?