Comienzo citando a ese escritor y psicólogo actual Walter Riso, con el que coincido, por lo que comparto algunas de sus reflexiones: Amarse a uno mismo de manera realista y sana es uno de los requisitos fundamentales de la salud y el mejor camino para expresar afecto a los que amamos.

Hay que amar siendo libre y que el respeto a nosotros mismos y por nuestros valores debe anteponerse a cualquier miedo o deseo de agradar a otros y que la persona que amamos es una parte importante de nuestra vida, pero no la única.

Conocernos a nosotros mismos es parte de mantener nuestra autoestima en su lugar, saber que quiero para mí y como lo quiero es tan importante como descubrir las expectativas de mi compañero, pues no conocernos hace más difícil forjar con nuestra pareja, una relación de refuerzo mutuo y consideración, pilares de la relación de pareja sana.

Somos personas con propia identidad e individualidad, con carácter y personalidad diferentes al otro. Concientizar esto nos permite saber que somos seres completos, por lo que no necesitamos que alguien nos complete y quetenemos que ser felices primero para que el otro se pueda sentirse feliz con nosotros.

Nuestro compañero no tiene que cubrir todas nuestras necesidades emocionales o físicas, no tiene que complacernos en todo ni estar permanentemente a nuestro lado para demostrarnos su amor. No somos sus dueños ni ellos de nosotros.

La libertad es la base del amor de pareja.