Autoestima y familia

Autoestima y familia

Autoestima y familia

La autoestima es la valoración que tenemos de nosotros mismos, de nuestro ser, del conjunto de rasgos físicos, espirituales y mentales que configuran nuestra personalidad.

Es valorarnos, querernos y respetarnos.

En la construcción de la autoestima  la familia tiene un papel preponderante, porque no solo se construye desde dentro de nosotros mismos en base a nuestra personalidad, sino que también el ambiente familiar y social en el que nos desenvolvemos, los padres, maestros, cuidadores y las personas del entorno, tienen gran responsabilidad en su formación.

A partir de los 5 años, el niño comienza a darse cuenta de cómo lo ven los padres, docentes, compañeros de clase, amigos. El niño va incorporando los ingredientes que van a determinar la manera de relacionarse con los demás, su conducta y la forma de juzgarse a sí mismo.

Dependiendo de cómo el niño es tratado, va  a desarrollar una autoestima adecuada o no.  Una autoestima adecuada potencia la capacidad de la persona para desarrollar sus habilidades, aumenta su seguridad para lograr propósitos en su vida y ser exitosa.

Una persona con baja autoestima no tiene seguridad  ni confianza en sí misma,  probablemente fracase en sus proyectos.

Un niño que es estimulado por la familia, aceptado, querido, protegido, apoyado en sus proyectos y  disciplinado adecuadamente,  adquiere seguridad y tendrá una autoestima adecuada. Uno que sea maltratado, abandonado, humillado, despreciado, comparado con otros, desvalorizado, burlado, desarrollará una baja autoestima. La autoestima baja trae negativas  consecuencias  físicas, emocionales, morales, espirituales y sexuales.



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