Hugo López Morrobel
En República Dominicana nadie creía que la selección de baloncesto estaba en capacidad de derrotar al poderoso equipo de Alemania en el Mundial de Baloncesto.
Esa victoria demuestra que no se puede subestimar a ningún enemigo cuando se tiene coraje y determinación.
La proyección era tratar de vencer a Jordania, es decir, salir del evento con una victoria, pero nunca nadie imaginó que Alemania pudiera ser víctima de los dominicanos.
Precisamente, la prensa alemana no sale del asombro, al punto que ha calificado el revés como “una gran vergüenza”.
Sin importar el resultado ante Francia el próximo jueves, ya los dominicanos están en la segunda fase, algo impensable cuando se anunció la conformación de la selección, en especial por la negativa de los NBA, con cuya integración se tenían mayores posibilidades.
Los dominicanos demuestran que tienen arrojo, astucia y determinación y que no se amilanan ante ningún “monstruo”, como se calificaba a Alemania.
Sabemos que en la medida que el evento avance las posibilidades son menores, pero no hay dudas que desde ya los dominicanos se pueden considerar ganadores.
Que sigan cosechando triunfos, porque todo indica que tienen iniciativa y decisión clara de los objetivos a alcanzar.
El baloncesto es un deporte de conjunto, pero en el grupo hay que destacar a Víctor Liz, quien ha sido bujía inspiradora.
