Santo Domingo.- El Día Mundial de la Esclerosis Múltiple (EM) que se celebró ayer, encuentra al mundo con una pandemia que deprime la salud física y mental de quienes la padecen y con un aumento en su incidencia en los últimos años.
La misma afecta a más de 2.5 millones de personas y en la República Dominica al menos 300 pacientes la sufren.
Es una enfermedad degenerativa crónica e inflamatoria que afecta el sistema nervioso central, desde la médula espinal hasta el encéfalo, por la cual mueren un poco más de dos de cada cinco personas diagnosticadas, las cuales también fallecen por complicaciones de la misma afección, como llagas infectadas, neumonía o infección de la vejiga.
En los pacientes con Esclerosis Múltiple, la pandemia del COVID-19 no representa mayor riesgo que en las demás personas, pero según la jefa de la Unidad de Enfermedades Desmielinizantes del Hospital General Plaza de la Salud, Blanca Hernández, ha generado trastornos en la conducta, como depresión y ansiedad por el confinamiento.
“En algunos de mis pacientes, hemos tenido que agregarle a sus tratamiento medicamentos antidepresivos para modular la conducta, por lo que siempre recomendamos es hacer ejercicio, ocupar su mente con la cooperación de la familia”, indicó.
Hasta el momento no se ha detectado un paciente de EM afectado de COVID-19 en el país, pero según la especialista los reportes de casos en otros países, reflejan que su evolución esta normal.
La doctora Verónica Hernández, directora médico de Merck en México, afirmó que por lo general las personas con Esclerosis Múltiple deben tener cuidados especiales para prevenir contagios de otras enfermedades que puedan afectar aún más su calidad de vida, sin embargo, ante esta pandemia las medidas de prevención son doblemente importantes por tratarse de un padecimiento crónico.
“Pese a que en algunos lugares ya se retornó a las actividades cotidianas, el virus sigue siendo una amenaza latente, por lo que los pacientes con Esclerosis Múltiple deben continuar con las medidas necesarias para evitar un contagio. Es necesario que las recomendaciones dadas por las autoridades de salud se vuelvan un hábito, como el lavado profundo de las manos usando un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón”, refirió.
Blanca Hernández señala que la patología debuta principalmente con alteraciones en la visión como neuritis óptica (pérdida de la vista) y mielitis (pérdida de la fuerza), se acompaña con calambres y si afecta mucho la médula espinal se manifiesta con cuadriplejía.
Comúnmente aparece en personas de 20 a 30 años y se da casi tres veces más en mujeres que en hombres, por ello Hernández que antes esto síntomas las personas deben ir a centro de salud más cercano.
Dentro de los factores que se han asociado a la enfermedad, según Hernández, están el ambiente, la genética, algunos virus.
En esta enfermedad, el sistema inmunológico, que normalmente ayuda a combatir infecciones, confunde la mielina (capa de grasa que aumenta el impulso nerviosos) con un cuerpo extraño y la ataca. Esto daña las fibras nerviosas, dejando cicatrices conocidas como lesiones o placas.
La EM más común, es la Recurrente Remitente que afecta al 85% de los pacientes, quienes suelen sufrir ataques o recaídas, durante las cuales aparecen nuevos síntomas o los que están se agravan.
Este año en el país las instituciones que trabajan con la patología lanzaron una campaña de concientización denominada “Yo me Conecto” que busca construir una conexión comunitaria con atención de calidad, para desafiar las barreras sociales que hacen que las personas con EM se sientan solas y asiladas, lo cual se incrementa con la cuarentena.
Hernández explicó que hay que abogar por mejores servicios y redes de apoyo para defender el auto cuidado en esas personas.