Auge de renta corta reduce oferta de viviendas para familias en urbe de SD

Santo Domingo, RD. – Encontrar viviendas familiares de alquiler en la zona metropolitana del Distrito Nacional se ha vuelto cada vez más difícil. Ahora, la oferta está orientada a proyectos de mayor rentabilidad para los propietarios, que pueden ir desde locales para oficinas, negocios, corporativos y unidades para alquiler de una sola habitación.
Esta situación responde principalmente al alto costo del suelo urbano, lo que ha llevado a los desarrolladores a priorizar proyectos comerciales sobre residenciales.
Alberto Bogaert, presidente de la Asociación de Agentes y Empresas Inmobiliarias (AEI), que agrupa a 92 empresas y 722 agentes, explica a El Día que, debido al precio elevado de los terrenos, quienes invierten en construcción buscan la mayor rentabilidad posible. Es decir, que los proyectos comerciales representan una inversión más rentable en el centro de la ciudad.
Además, este panorama ha impulsado el desarrollo de proyectos habitacionales orientados a la inversión, es decir, apartamentos pequeños diseñados para rentas cortas, medias o largas.
Aunque en estas unidades pueden residir familias, su tamaño reducido las hace más adecuadas para personas solas o parejas sin hijos.
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Como consecuencia, las construcciones más amplias y apropiadas para familias se están desplazando hacia las afueras de la ciudad, explica el empresario del sector inmobiliario.
Puso como ejemplo de este tipo de desarrollo a Ciudad Juan Bosch. También se destacan proyectos en Santo Domingo Oeste y en zonas cercanas a la avenida Jacobo Majluta, donde el crecimiento urbano ofrece mejores condiciones para el asentamiento de hogares familiares.
Esa situación agrava aún más las dificultades de acceso a una vivienda familiar y eleva la necesidad de políticas públicas dirigidas a un sector sin techo propio, que tiene que acudir a la opción de renta de espacios que, en su gran mayoría, no son aptos para familias. Sin embargo, allí se acomodan para poder paliar costos o reducir gastos.
El déficit habitacional es tal que, de acuerdo con datos del X Censo Nacional de Población y Vivienda, el 38.4 % del total de las viviendas particulares ocupadas en el país, equivalente a 1 millón 432 mil 356 hogares, se encuentra en alquiler.
El informe “Características de la Vivienda y del Hogar”, elaborado por la Oficina Nacional de Estadística (ONE), revela que en el país existen 3,703,131 viviendas ocupadas, tanto particulares como colectivas. De ellas, el 72.5 % se sitúa en zonas urbanas, lo que representa 2,683,684 hogares, mientras que el 27.5 % restante, es decir, 1,019,447 viviendas, corresponde a áreas rurales. Del total de viviendas particulares, el 49.4 % (1,842,879) son completamente pagadas, mientras que solo un 3.3 % (121,521) está todavía en proceso de pago.
Otro indicador de lo que está sucediendo es que, de los 3.7 millones de viviendas ocupadas, el 88.9 % cuenta con una cocina dentro de la vivienda.
Mientras que unas 204,754 viviendas, es decir, el 5.5 %, disponen de un espacio para cocinar fuera de la vivienda, y otro 5.5 % no cuenta con un área destinada para cocinar.
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Dilenni Bonilla
Periodista egresada de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), con diplomados en Comunicación Estratégica, Economía, Finanzas y Fondos de Pensiones.