El informe de auditoría realizado por la Contraloría General de la República desde el 17 de agosto 2020 hasta el 31 de diciembre 2022 ha revelado el desorden que impera en el Ministerio de Deportes, que dirige Francisco Camacho. Es un informe devastador, en el que sobresale una serie de faltas de toda índole.

En esa auditoría, que está colgada en la página de la Contraloría, es decir que es un documento público, se evidencia que Camacho está muy lejos de ser un administrador. Podría ser bueno como ingeniero, pero la desorganización lo deja muy mal parado. Lo primero que hace un buen administrador es organizar la institución que dirige.

En la auditoría se refleja que el Miderec no posee políticas y procedimientos aprobados y actualizados para cumplir con las normativas estipuladas por los órganos rectores para mitigar los riesgos asociados al área de presupuesto, tesorería, cuentas por cobrar, inventario, activos fijos, compras y contrataciones, cuentas por pagar y recursos humanos. Esas fallas sepultan cualquier gestión.

De ahí se desprenden los 45 hallazgos que incumplieron las leyes vigentes y aplicables a las funciones públicas, notificados el 30 de junio.

Otra falla más grande fue el hecho de que no realiza inventarios de activos fijos de manera oportuna semestralmente. Por esa razón, existen 526 activos por valor de RD$18,937,928.50 que no poseen codificación de bienes nacionales. Peor todavía es que existan diez vehículos que no poseen las matrículas de identificación y en la actualidad se encuentran circulando por las vías públicas sin las documentaciones correspondientes.

Todo el que está alrededor de Miderec en esta gestión sabe que una de las debilidades de Camacho es la falta de carácter, razón por la que ha tenido que tragarse y pagar por muchas bellaquerías que se atribuyen a sus allegados. Recuerden que el expelotero Raúl Mondesí la está pasando difícil por dejar que sus allegados cometieran atrocidades, que lo llevaron a la cárcel.