Las autoridades deben prestar atención a la denuncia que hizo esta semana Pro Consumidor acerca de la comercialización de bebidas falsificadas en el país, algo que no es nada nuevo, pero es necesario que se le ponga fin a la práctica que existe en el país de falsificar todo.
Se estima lamentable que se haya dejado crecer ese mal a los niveles tan elevado y que los “padres de familia” provoquen la muerte a destiempo, porque se venden medicamentos que no sirven más que para hacer daño, bebidas, ropas, cédula, licencia de conducir, revista para autos y hasta pasaportes falsificados.
¿Y hasta cuándo?
Para poner fin a eso no hay que avisarlo ni darle tiempo a nadie, porque todo el mundo sabe que está mal. No tiene ningún valor el gastado argumento de que son padres de familia, o a caso, ¿poner en riesgo la vida de alguien tiene justificación?