Ataque del nuevo colonialismo

El Gobierno de los Estados Unidos está estrenando nuevas formas de intervenir a las naciones de su esfera de influencia, siendo las de América Latina las que están en la primera línea.

Usa métodos más sutiles y menos sangrientos que los militares, pero que igual no dejan duda de su vocación intervencionista.

Incluso, los métodos para promover golpes de Estado han evolucionado grandemente a lo que hoy denominan “golpes blandos”, pero que al final de cuenta buscan el mismo objetivo: desalojar del Poder a los mandatarios que no son de sus afectos.

Estados Unidos tiene formas diversas de mostrar su poderío y supremacía sobre naciones débiles.

Una muestra de la mutación de su intervencionismo es la cancelación de la visa al presidente de la Junta Central Electoral.

Se materializa así lo que en abril pasado este denunciara como una amenaza del Embajador de Estados Unidos para presionarlo para que dispusiera que el organismo dotara de la nacionalidad dominicana a quienes no les corresponde según nuestro ordenamiento jurídico e institucional.

Pero también se produce en momentos en que el Senado de la República se apresta a escoger los próximos miembros de la Junta Central Electoral y que muchos senadores han manifestado que no hay motivos para cambiar a todos los miembros actuales, lo que mantiene abierta la posibilidad de que Roberto Rosario sea ratificado.

Esta acción tiene solo dos lecturas: que Estados Unidos quiere obligar a que la Junta Central Electoral entregue documentos de dominicanos a personas a los que no les corresponden o a que la designación de un funcionario debe contar con la anuencia de esa nación.

Cualesquiera de las dos que sean las conclusiones la respuesta debe ser un rechazo contundente al nuevo método colonial norteamericano.