SANTO DOMINGO.-Un enemigo que amenaza la vida de los niños dominicanos es la intoxicación alcohólica, la cual tiende hacia el alza en los últimos siete años, especialmente en días feriados.

Más de 350 menores, de entre 2 y 17 años se intoxicaron con alcohol durante asuetos de Semana Santa, Navidad y Año Nuevo en el periodo 2013-2019, según datos del Centro de Operaciones de Emergencias (COE).

En la Semana Mayor aumentaron los casos, ya que de 2013 a 2018 la media registrada era de 24 intoxicaciones anuales de menores y en este año casi se duplicó con 64, tomando en cuenta que en este feriado el operativo del COE abarcó dos días y medio.

Potencial adicto

El encargado del Programa de Alcohol y Drogas del Ministerio de Salud, Elías Tejeda, advirtió que la puerta de entrada a otras drogas es el consumo de alcohol, e ingerirlo tempranamente trae como consecuencia un potencial adicto, porque es inducido a querer probar otras sustancias controladas.

“Ese que comenzó desde pequeño a beber se convierte un policonsumidor, porque el deseo de ingerir algo que diluya su mente lo lleva a experimentar otras sustancias, como la cocaína, el crack, la marihuana, y otros derivados”, detalló Elías Tejeda.

Publicidad sin control

Elías Tejeda coincidió con el representante adjunto de Unicef, Eduardo Gallardo, en que el problema se ha incrementado más en el país porque no existe una regulación de horarios en la publicidad de bebidas alcohólicas. “Hay que restringir la promoción televisiva, a fin de que vaya dirigida hacia los adultos no a los niños”, dijo Gallardo.

Manifestó que se pueden hacer acciones de políticas públicas de prevención que reduzcan el impacto, pero el rol familiar es irremplazable.

“En una sociedad como la dominicana, donde es común que los padres consuman alcohol frente a los niños es difícil prevenir que no lo hagan”, indicó el también experto en protección social infantil.

De su lado, Tejeda argumentó que el concepto de publicidad sin regulación, sumado a una cultura de crianza “machista” que prevalece en el país, donde falsamente se cree que el varón desde temprano debe ingerir alcohol “para ser un hombre”, han incidido en el aumento de esta problemática.

Otras consecuencias

Tejeda detalló que las características de un menor de edad consumidor son bajo rendimiento escolar, somnolencia e impertinencia excesiva.

En cuanto a la salud, el especialista refirió que los daños cognitivos son irreversibles, genera retrasos en el aprendizaje y provoca problemas en el corazón y el estómago.