Definitivamente, este es un país muy especial, porque teniendo uno de los peores índices educativos, a pesar de que se le otorga un cuatro por ciento del Producto Interno Bruto, somos incapaces de mejorar como lo exige la sociedad y manda la Ley.

La educación es el pilar más importante para el desarrollo integral de los pueblos, y no invertir los recursos destinados, por falta de pericia de quienes deben dar respuesta a la sociedad, es un verdadero desastre.

Con la educación caminan de la mano, muchas otras vertientes de las sociedades, y el deporte está íntimamente ligado a ella.

Y los expertos saben perfectamente que existe una ligazón inseparable entre ambos sectores, y la educación física escolar constituye el principal pilar para motorizar y desarrollar las disciplinas deportivas en todas sus vertientes.
Sin embargo, ese renglón que camina de la mano con la educación, también ha sido un verdadero fracaso en nuestro país, porque no se ejecutan ni en un escaso por ciento, los programas adecuados en el desarrollo integral de los alumnos como señalan los organismos internacionales especialistas en ese tema.

Lamentablemente, estamos pues, como el cangrejo, a pesar de que la inversión de un 4 % del PIB en Educación, debe conducirnos por rutas menos sinuosas y escabrosas.

Hay que recordar que el deporte en las escuelas ayuda a mejorar las habilidades y estimula el cerebro del estudiante en todos los sentidos, por lo tanto, debe ser una de las prioridades del sistema escolar.

“Sin pelos en la lengua”, la inversión en educación física escolar, que es dependiente del Ministerio, es escasa, una verdadera “mojiganga”, cuando todo indica que debe ser tratada como una de las prioridades del sistema.