
A diputados de la oposición les ha resultado agradable la idea del ministro de Hacienda, Magín Díaz, de una reforma fiscal “progresiva”, que ponga el mayor peso en los que más tienen.
Esto, por lo visto, está orientado a gravar a los afortunados y a sacarle el cuerpo a los pobres, que como son la gran mayoría, han hecho ahora de las reformas fiscales propuestas inviables, y ocurre que entre las condiciones señaladas por el alto funcionario están la de que no tiene que ser necesariamente la mejor reforma fiscal, “pero que sea viable políticamente”.
Los legisladores
Es, finalmente, en el Congreso Nacional donde cualquier reforma, impositiva o no, se convierte en ley, y estos para aprobarla tendrán siempre el cuidado de que no los perjudique.