Así conmemoran la Semana Santa los dominicanos en Estados Unidos: Fe, tradición y comunidad en Filadelfia

Santo Domingo. En el corazón de Filadelfia, lejos de las playas y montañas de la República Dominicana, la comunidad dominicana mantiene viva la esencia de la Semana Santa, combinando la devoción religiosa con el sabor y la calidez que caracterizan su cultura.
Según datos del Censo de los Estados Unidos (2023), más de 2.2 millones de dominicanos residen en EE.UU., siendo una de las comunidades latinas más grandes y con mayor crecimiento en la nación.
Ciudades como Nueva York, Lawrence, Miami y Filadelfia se han convertido en epicentros donde esta diáspora sigue celebrando sus tradiciones religiosas y culturales con orgullo y fervor.
Fe en tierras lejanas
Juana Peña, presidenta de la organización Los Altagracianos en Filadelfia, explica cómo la Semana Santa sigue siendo un pilar de identidad para los dominicanos en el extranjero.

«Aunque estamos lejos de nuestra isla, mantenemos vivas muchas de nuestras costumbres, adaptándolas al entorno en el que vivimos. Es un tiempo de oración, recogimiento y reflexión», comenta Juana.
Durante estos días santos, muchos dominicanos acuden a misas especiales, retiros espirituales y procesiones organizadas por parroquias multiculturales como la Iglesia de San Martín de Tours, ubicada en el noreste de la ciudad. Este templo, donde se celebran misas en español, inglés y portugués, ha sido clave en el fortalecimiento espiritual de la comunidad hispana.
Juana destaca la labor de su párroco
«Tenemos la bendición de contar con un sacerdote americano joven que domina el español perfectamente, y eso ha sido muy valioso para acercarnos más a la fe.»
Actividades como el vía crucis, vigilias, rosarios y consagraciones marianas son comunes, y cuentan con gran participación de dominicanos, quienes ven en la Semana Santa no solo un rito religioso, sino una conexión directa con sus raíces espirituales.
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La comida típica dominicana es otro elemento infaltable en estas fechas. La habichuela con dulce —postre emblemático de la Cuaresma— se prepara con esmero en decenas de hogares dominicanos, y se comparte entre vecinos, amigos y familiares como símbolo de fraternidad.
También se cocinan platos como bacalao guisado, moro de guandules, bollitos de maíz y pescado frito, que transportan a los presentes a los sabores del Caribe, incluso en pleno noreste estadounidense.
«Muchas veces nos reunimos en familia y, además de compartir la comida, hacemos una celebración sencilla, como un rosario o un momento de reflexión.
Cada quien pone su granito de arena para mantener viva nuestra cultura», explica Juana Peña.
En lugar de las tradicionales visitas a playas o campos, la comunidad dominicana en Filadelfia opta por encuentros en casas o parques —si el clima lo permite—, organizando convivencias que combinan música, comida y espiritualidad.
Las asociaciones culturales y religiosas, como Los Altagracianos, juegan un papel importante al organizar eventos que reúnen a decenas de familias dominicanas. La combinación de religión, música típica, gastronomía y actividades culturales crea un ambiente familiar donde predomina la unión y el orgullo por las raíces.
Un vínculo con la patria
La Semana Santa no es solo una tradición para los dominicanos en Estados Unidos; es un puente emocional y cultural con su país de origen. En Filadelfia, esta celebración es una oportunidad para reafirmar su identidad, fortalecer la fe y crear comunidad.
«El dominicano es católico de vocación y de formación», afirma Juana con firmeza. «Y aunque estemos lejos, seguimos honrando nuestra fe con el mismo amor y devoción que si estuviéramos en nuestra tierra.»
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Dayana Acosta
Periodista dominicana con maestría en Comunicación Corporativa y Gerencia Hospitalaria y Seguridad Social. Apasionada de la investigación y de contar historias con propósito.
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