Santo Domingo.-El nuevo arzobispo Metropolitano de Santo Domingo, monseñor Francisco Ozoria, afirmó que continuará trabajando a favor de los más desposeídos, y dijo que “la Iglesia es una gran madre que acoge en su casa a todos sus hijos”.
Al ser entrevistado en el Almuerzo Semanal del Grupo de Comunicaciones Corripio, acompañado de la curia arquidiocesana, ponderó el trabajo que ha desarrollado la Iglesia a favor de los pobres.
“Los pobres son los preferidos de Dios; donde se violen los derechos de cualquier persona debe estar presente la Iglesia, defendiéndolos, ya que su misión es seguir el ejemplo de Jesucristo”, dijo.
Explicó que este trabajo no es exclusivo del arzobispo, ya que muchos sacerdotes están integrados en esta misión desde las respectivas parroquias, ayudando y contribuyendo en sus diferentes comunidades.
Agregó que su deseo es trabajar en los sectores de la capital junto a las personas que han asumido un compromiso social con los más necesitados, pero que para esto necesita llegar y conocer la realidad de los barrios y las parroquias.
Obligación de la Iglesia
El padre Abraham Apolinario, vicario general de la Arquidiócesis, dijo que la Iglesia tiene como primera obligación la evangelización, que a su vez tiene como parte esencial la defensa de la persona.
“Evangelizar significa anunciar la justicia y los derechos. Evangelizar es decirle a quien propicia la desigualdad que lo que hace a Dios le desagrada y ofende”, dijo el sacerdote.
De su lado, monseñor Benito Ángeles, encargado de la oficina de Comunicación, explicó que en la arquidiócesis de Santo Domingo hay 212 parroquias, de las cuales el 70 % se encuentra en los barrios marginales, donde muchas veces no llegan las autoridades y hay un trabajo de evangelización que incluye la promoción social, humana, educativa y la defensa de los derechos humanos.
Resaltó que una de las iniciativas de Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez fue abrir más parroquias en lugares donde no había templos, citando el ejemplo de la iglesia del sector La Zurza, donde en el año 1982 inició debajo de una lona.
Dijo que la Iglesia tiene diversas organizaciones dedicadas al trabajo pastoral social, tales como la Pastoral de la salud, Pastoral haitiana, Pastoral penitenciaria, Pastoral de la infancia y Pastoral provincial.
“La Iglesia tiene que estar con los pobres, debe compartir las luchas y los desafíos de una población donde la riqueza ha crecido, pero no se comparte”, dijo Ángeles.
Con la intención de fortalecer las relaciones de la Iglesia, el arzobispo de de Santo Domingo anunció que iniciará una campaña de acercamiento con las diferentes parroquias para conocer de primera mano sus inquietudes.
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Tras ser posicionado, monseñor Francisco Ozoria junto con su curia arquidiocesana inició un programa de acercamiento, el cual fue organizado en una agenda que será completada en los próximos tres meses.
“Yo soy distinto, lo primero es que voy a fortalecer el departamento de Comunicación, dándole facilidad para que hagan lo que tengan que hacer y puedan cambiar un poco esa percepción equivocada que muchos tienen”, dijo monseñor Ozoria.
La agenda muestra los diferentes encuentros que sostendrá el arzobispo con los sacerdotes y encargados de zonas pastorales, en busca de fortalecer los trabajos de evangelización.
Monseñor Ozoria fue posicionado en el Arzobispado el pasado 10 de septiembre, en una ceremonia en la Catedral Primada de América, en sustitución del cardenal López Rodríguez, y posteriormente ofició una eucaristía en el Palacio de los Deportes.
La Iglesia tiene muchas precariedades y necesidades
El obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Santo Domingo, monseñor Víctor Masalles, quien se desempeñó como encargado de administración por varios años, manifestó que la Iglesia ha trabajado siempre con grandes limitaciones económicas.
Monseñor Masalles expuso que recientemente se elaboró un proyecto en el que se realizó la venta de unos terrenos, propiedad de la Iglesia, con la intención de adquirir otro para construir un seminario.
“El nuevo proyecto tendrá un costo de 30 millones de dólares, y ese es un dinero que la Iglesia no tiene. Las cosas no funcionan como muchas personas piensan, la Iglesia no es una gallina de los huevos de oro donde el dinero sobra”, dijo monseñor Masalles.
El obispo auxiliar explicó que dichos terrenos fueron donados por el Estado, y al presentarse el proyecto se intentó explicar de manera transparentes, pero hubo opiniones malintencionadas que buscaban desacreditarlo.
A pesar de las limitaciones, la Iglesia posee diferentes maneras de obtener recursos, ya sea realizando colectas, recibiendo donaciones o asignándose una cuota mensual como mecanismo para administrar equitativamente los recursos.