Tiene un impacto importante en las fuerzas productivas, reduciendo las horas laborales de quienes la padecen.
Santo Domingo.-La artritis reumatoide (AR) se produce cuando el cuerpo no reconoce las articulaciones, generando un proceso inflamatorio permanente, dolor, calor y limitación funcional, que por ser una enfermedad sistémica afecta otros órganos del cuerpo.
Las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que la artritis reumatoide afecta a un 1 % de la población mundial, con una alta prevalencia en las mujeres.
Gastón Solano, gerente Médico de Inflamación de Pfizer Centroamérica y Caribe, detalla que la enfermedad aparece regularmente entre los 35 y 50 años de edad, afectando así la capacidad productiva y calidad de vida del paciente.
El galeno indica que aun siendo la artritis reumatoide una enfermedad crónica y permanente, se puede lograr tener una buena calidad de vida, la clave es un diagnóstico temprano, ya que el daño articular es más severo en los dos primeros años de la enfermedad, dejando como secuela limitación articular permanente y visibles lesiones, sobre todo en manos y pies.
Solano recomienda que si el paciente sufre calor, reducción en el rango de movimiento, hinchazón y dolor en la articulación por más de tres semanas, acuda ante el médico con el fin de que lo refiera al especialista y este a su vez pueda hacer una detección temprana de la enfermedad.
Incluirla en la Seguridad
Mariella Bobadilla, presidenta de la Sociedad Dominicana de Reumatología, clamó porque la enfermedad sea considerada como catastrófica e incluida en las coberturas de del Sistema Dominicano de Seguridad Social.
Informó que entre el 1 y 2 % de la población dominicana padece este mal de salud y el tratamiento conlleva altos costos para pacientes y sus familiares.
Declaración
Gastón Solano indica que, por sus complicaciones y secuelas, este mal debe ser declarado como una enfermedad catastrófica e incluida como tal dentro del sistema de la Seguridad Social.
Puede provocar invalidez
El mayor impacto del padecimiento se produce porque puede llevar a los pacientes a invalidez, atrofia y consecuentemente a la incapacidad productiva.
José Antonio Herrera, gerente Médico de Inmunología de Janssen para Centroamérica y Caribe, señala que uno de los aspectos fundamentales para su manejo adecuado es el acceso al tratamiento.
Los medicamentos antirreumáticos y antiinflamatorios son las terapias convencionales, pues ayuda al paciente a reducir algunos síntomas.
Es importante contar con el apoyo y respaldo de la familia, pues debe aprender a vivir con la enfermedad.