La arteriosclerosis es la causa principal de infarto y muerte prematura en ambos sexos, realidad que golpea a los países del primer mundo, así como a la población dominicana.
Suele ser la génesis que culminará en un infarto agudo al miocardio.
Luis Martín, cardiólogo clínico de los Centros de Diagnóstico y Medicina Avanzada y de Conferencias Médicas y Telemedicina (Cedimat), explica que la enfermedad ateroesclerótica es sistémica, ocurre en todos los lechos sanguíneos: puede causar accidente vascular cerebral isquémico, trombosis de los miembros inferiores y a nivel de las arterias coronarias (responsable de la irrigación sanguínea del corazón).
Detalla que las arterias son finos tubos compuestos por tres capas que de adentro hacia fuera constan de endotelio, músculo liso y adventicia o tejido conectivo.
Es entre estas dos últimas que se deposita el colesterol, el calcio y diversas células que se configuran en placas llamadas ateromas. Así transcurren años y hasta décadas sin que este proceso cause síntoma alguno, hasta aparecer, al menos en la mitad de los casos, con un evento fatal.
Cómo ocurre
“Las placas de ateroma se acomodan entre estos tejidos hasta que las paredes arteriales no pueden contenerlas y es cuando irrumpen en la luz del vaso (espacio por donde transcurre la sangre) causando estrechez del flujo sanguíneo”, advierte el médico. Esta estrechez progresiva se manifiesta como angina (dolor de pecho cardiaco) o disnea (falta de aire), más comúnmente al realizar esfuerzo físico como caminar, subir escaleras y hasta en las relaciones sexuales.
A nivel de las piernas puede causar dolor de las pantorrillas conocido como claudicación. En el caso de las arterias coronarias, cuando la estrechez es menor del 50%, suele ser asintomática, entre un 50 a 75% puede manifestar angina de esfuerzo, y a partir de 75% los síntomas pueden aparecer en reposo e incluso durante el sueño.
Placas menores
Al aproximarse la oclusión al 100% puede ocurrir un infarto. No obstante, existen placas de menor severidad que pueden erosionarse, atrayendo así los factores de la coagulación provocando infarto o muerte.
El cardiólogo explica que la placa de ateroma está compuesta de un centro de colesterol y rodeada de una capa fibrosa, que es la que está con contacto con la circulación sanguínea.
He aquí que estos dos factores se constituyen en alto riesgo para su erosión y/o ruptura: mientras más delgada es la cubierta fibroelástica más propensa a ello y mientras más denso en el centro lipídico, mayor riesgo.
Estos procesos no son visibles al ojo humano, para su estudio en vivo se requieren técnicas especializadas de imágenes, entre ellas la Tomografía de Coherencia Óptica (OCT) y el Ultrasonido Intravascular (IVUS).
Se puede prevenir
Martín destaca que para beneficio de la salud de la población general, las consecuencias causadas por la arteriosclerosis, principalmente la enfermedad coronaria, son altamente prevenibles o al menos pueden detectarse a tiempo a través de pruebas no invasivas de bajo costo.
“Nos referimos al tamizaje aplicado de manera preventiva en una consulta bajo la evaluación del cardiólogo: electrocardiograma, ecocardiograma, prueba de esfuerzo y las diferentes técnicas de doppler para los lechos arteriales del cuello y los miembros inferiores”, asevera el especialista.
Asegura que existen otros métodos semi-invasivos como la tomografía coronaria, la cual se realiza mediante la administración de un medio de contraste en la circulación y se obtiene una clara visión de la anatomía de las arterias del corazón útil para determinar el riesgo de un paciente de padecer un infarto.
Las técnicas de medicina nuclear que emplean trazadores moleculares llamados radioisótopos, agregan valor a métodos convencionales como la prueba de esfuerzo, detectando anormalidades de manera temprana y eficaz.
El cateterismo cardiaco, por su parte, es un método invasivo, que funge tanto como diagnóstico y tratamiento a la vez. Es el “gold-standard”o prueba definitiva para el manejo del infarto agudo al miocardio.
A través de este se colocan los stents que abren la arteria y permiten de nuevo la irrigación sanguínea y por ende la vida. Pero en el contexto del infarto, este debe realizarse en la mayor brevedad posible en aras de preservar la viabilidad del corazón.
Factores de riesgo
“Entre los principales factores de riesgo que predisponen a un individuo padecer aterosclerosis figuran: hipertensión arterial, hipercolesterolemia, tabaquismo, diabetes mellitus y sedentarismo.
Estos factores son modificables, es decir controlables por el paciente bajo guía médica. Estos deben tener un estricto seguimiento manteniendo su tratamiento al día”, recalca Martín.
El galeno concluye diciendo que existen otros factores no modificables como la edad, el sexo y herencia que pueden incidir en la aparición de esta afección.
Para tomar en cuenta
—1— Cualquier género
Tanto los hombres como las mujeres pueden padecer aterosclerosis, los hombres la presentan al menos una década previa a las damas.
—2— Adiós al tabaco
El especialista recomienda eliminar el consumo de tabaco de manera total y definitiva y mantener un peso adecuado para la edad y estatura.
Cómo controlar esta afección
A fin de evitar o controlar la aterosclerosis se debe, en primer lugar, comprometernos en llevar un estilo de vida saludable que incluya hábitos como:
-Seguir una dieta cardiovascular saludable (evitando las grasas saturadas, exceso de calorías y favoreciendo el consumo de aceite de oliva, verduras y frutas). Un buen ejemplo es la dieta mediterránea.
-Ejercitarse habitualmente, aquel que sea pertinente a cada persona.
Se recomienda no menos de 150 minutos a la semana de ejercicios cardiovasculares.