El año pasado me hicieron unos arreglos ontológicos, cuyo valor ascendió a RD$ 66, 000 pesos.
Con los recibos de pago, se hizo una solicitud de desembolso a las ARS correspondientes, la respuesta fue que ese tipo de servicio no lo cubre mi seguro, sin embargo se quedan con una copia de mi solicitud.
Cuestionada la persona que me asistió sobre que seguro necesitaba, me contestó que sería uno privado pero que tampoco funcionaría porque yo soy mayor de 59 años.
Se supone que pagamos el seguro en nuestros años mozos, para que responda cuando lleguen los nietos y su alegría, y que también lleguen marcando el invierno de nuestras vida: la hipertensión, la gastritis, la colitis, la nefritis, el Parkinson, el Alzheimer, la miopía, la presbicia, el tracoma, la artritis, la artrosis, los «ACV» y demás visitantes no invitados ni deseados, siguiendo la ruta trazado cuando » Las nieves del tiempo plantean las sienes».
De todo lo precedentemente expuesto, se desprende que en caso de enfermedad, el único recurso disponible como medicamento, es inocularse 5 mililitros (5 cc ) de cianuro de potasio y sepultar el problema.
La Ley de Seguridad Social fue promulgada en la presidencia de Don Hipólito Mejía, opino que firmó sin leerla, fue engañado por sus asesores en la materia, pues nadie que se precie de honesto y serio, firmaría un adefesio jurídico social de esas condiciones.
Por otro lado, humildemente le recomendamos al señor presidente Luis Abinader que lea muy bien lo que firma, pues no deseamos que termine el PRM como terminó el PLD, en el cual sus principios éticos-morales yacen en la ciudad de La Vega, en el mismo ataúd que contiene los restos mortales del ilustre profesor Juan Bosch.
Por. ING. HÉCTOR RIZIK NUÑEZ