El Día 
El corazón tiene múltiples maneras de fallar y desordenarse su funcionamiento, por lo que la salud cardiovascular se afecta por varias vías.
Una de las amenazas para el órgano del cuerpo lo constituyen las arritmias cardíacas, que son desórdenes de la actividad eléctrica del corazón que producen a una pérdida del ritmo normal.
Las explicaciones sobre este mal de salud las ofrece la cardióloga Elaine Núñez, del equipo médico del Centro de Diagnóstico Medicina Avanzada y Telemedicina (Cedimat), quien explica que el término arritmia implica no sólo una alteración del ritmo cardiaco, sino también cualquier cambio de lugar en la iniciación o secuencia de la actividad eléctrica del corazón que se aparte de lo normal.
La especialista asegura que las arritmias cardiacas pueden ser rápidas (taquicardias) o lentas (bradicardias), y se presentan de forma paroxística u ocasionales, así como de forma crónica o permanente. Agrega que por su origen pueden ser supraventriculares (originadas en las aurículas o en el nodo aurículo-ventricular) o ventriculares (originadas en los ventrículos).
Dice que no tienen edad preferida para afectar a las personas y son más comunes de lo que parece.
Causa de muerte súbita
Comenta que presentan la causa más frecuente de muerte súbita en el mundo y la causa más frecuente de consulta cardiológica, siendo responsables de gran número de incapacidad. Puntualiza que muchos factores se asocian a la presencia de las arritmias, ente estos antecedentes de infarto de miocardio, insuficiencia cardíaca, hipertensión arterial.
Asimismo, se identifican causas no cardíacas que pueden predisponer la aparición de arritmias en corazones previamente sanos, como diabetes mellitus, tabaquismo, alteraciones relacionadas con el tiroides, alto consumo de bebidas alcohólicas, estrés, asociación a fármacos que aceleran el ritmo cardíaco, entre otros.
“Un factor asociado muy importante es el antecedente de muerte súbita en la familia antes de los 40 años de edad”, indica la especialista del Cedimat.
Los síntomas
Las arritmias pueden ocasionar una sintomatología muy variada, representando las palpitaciones el síntoma más común.
Pueden producir ahogo en reposo o con el esfuerzo, dolor de pecho, mareos, pérdida del conocimiento, ansiedad, condicionando en muchos casos deterioro importante de la calidad de vida de la persona que la padece.
Las arritmias pueden ser banales, o pueden dejar graves secuelas neurológicas o incluso pueden causar la muerte.
En ocasiones, no presentan síntomas y puede manifestarse como muerte repentina o súbita en personas aparentemente jóvenes y saludables.
La muerte súbita es causa frecuente de muerte, y representa alrededor del 50 % de todas las muertes por causa cardiovascular, siendo la mayoría de estas secundarias a arritmias ventriculares.
“Afortunadamente, el tratamiento de las arritmias cardíacas ha evolucionado notablemente en los últimos años, como muchas otras enfermedades, pueden tratarse por métodos farmacológicos simples, si son benignas o incipientes; pero muchas veces es necesario recurrir a procedimientos invasivos”, señala la doctora Núñez.
