Los inmigrantes de la ex Unión Soviética han dado nueva vida a la comunidad judía de Berlín, casi eliminada por completo por los nazis.
A ellos se sumaron unos 17,000 ciudadanos israelíes atraídos por el ambiente liberal y las viviendas baratas de la ciudad.
William Glucroft, editor y traductor de 29 años de Connecticut, llegó a Berlín hace cinco años desde Israel, donde había conocido a una alemana que estaba de vacaciones en Haifa.
Ahora colabora en la organización de eventos en una sinagoga local que, ha pasado de ser “un pequeño grupo de hombres ancianos” a convertirse en una “comunidad variada y cada vez más grande”.
“La única persona que les dice a los judíos que se vayan de Europa es Netanyahu”, dijo Glucroft, que vive en un barrio musulmán.
“Si me sintiera poco seguro –y no lo siento en absoluto-, Israel sería el último lugar adonde iría. Hasta donde sé, murieron más judíos por actos terroristas allí que en cualquier lugar de Europa”.