Santo Domingo, RD. – Unas 61 moléculas de medicamentos innovadores están pendientes de aprobación en el país por parte del Ministerio de Salud, lo que podría estar afectando a pacientes que necesitan fármacos aprobados en otros países para curar o mejorar su condición de salud.
Así lo aseguró la Asociación Dominicana de Representantes, Agentes y Productores Farmacéuticos (ARAPF), que puntualiza que, cuando se analiza el período de disponibilidad de medicamentos innovadores en el continente, entre 2014 y 2024, República Dominicana resultó el país que tenía el menor número de moléculas de este tipo en total disponibilidad, con apenas una molécula.
“Dicho de otra manera, en ese lapso solo una de esas moléculas innovadoras estaba disponible o cubierta por el Plan Básico de Salud de la Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales (PBS-SISALRIL)”, precisó, en un comunicado difundido por el portal www.resumendesalud.net
Agregó que la radiografía de ese momento indica que nuestro país cuenta con 16 moléculas en etapa de disponibilidad limitada.
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“Esto quiere decir que no están cubiertas por PBS-SISALRIL, pero sí en el Programa de Medicamentos de Alto Costo (DAMAC)”.
Comentó que “otras 16 moléculas se encuentran disponibles solo en el sistema de salud privado, es decir, que no tienen cobertura ni por SISALRIL ni DAMAC”.
Dijo que el estudio que arrojó esas informaciones se centró en patologías que son críticas, donde los adelantos y las innovaciones pueden salvar vidas, mejorar los tratamientos y aumentar las esperanzas de vida.
“El panorama nos remite a una pregunta lógica: ¿qué estamos haciendo para acelerar estos procesos y poner a disposición de los pacientes dominicanos nuevas y mejores opciones de tratamiento?”, recalcó.
Sostuvo que “para aprovechar los avances científicos y mejorar la calidad de vida de pacientes, se recomienda un diálogo de alto nivel sobre la mejor vía para incorporar adelantos mundiales”.
“Los medicamentos están evolucionando con mucha rapidez y, con ello, el proceso de tratamiento también se optimiza en gran medida. No obstante, no todos los países innovan ni adoptan innovaciones con la misma velocidad, lo que puede ralentizar los procesos de tratamiento y el avance de los sectores farmacéuticos nacionales”.
Las informaciones están contenidas en el estudio Fifarma W.A.I.T. Indicator de Pacientes 2025, que evalúa once países de América Latina, incluido República Dominicana.
En el mismo se pondera el lapso que se extiende entre la aprobación de moléculas innovadoras (para la realización de medicamentos especializados) en el mercado global hasta que alcanza su disponibilidad total, limitada o privada.
«Gracias a este estudio podemos afirmar que los pacientes, en promedio, han estado esperando más de cinco años para obtener acceso a un medicamento innovador en Latinoamérica», manifestó Juan Miguel Madera, de la Asociación de Representantes, Agentes y Productores Farmacéuticos, Inc. (ARAPF).
El estudio se concentró en las moléculas que abarcan tratamientos en oncología, inflamación e inmunología, sistema nervioso central, cardiometabólico y, transversalmente, medicamentos para las llamadas enfermedades huérfanas.
“Para los especialistas del sector, una vez que una nueva molécula cuenta con la aprobación de agencias de credibilidad global, como la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) o la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés), se debe acelerar la aprobación interna dentro de los países”.
Agregó que “un paso como este dinamiza la importación o la producción interna de nuevos y más eficaces medicamentos. Por consiguiente, se puede mejorar la calidad de vida de miles de pacientes en patologías tan delicadas como el cáncer”.
La entidad considera que es necesario que en el país se produzca un diálogo nacional del más alto nivel, que dé pie posteriormente a acuerdos que garanticen más y mejor acceso a la salud de los ciudadanos.
Se llamó la atención especialmente sobre el caso del programa DAMAC, sobre todo cuando la base de beneficiarios creció de 2,500 pacientes en el año 2020 a 7,400 actualmente.